Huelgas en fábricas de Bielorrusia, mientras opositora se dice lista para gobernar

Huelgas en fábricas de Bielorrusia, mientras opositora se dice lista para gobernar
Los partidarios de la oposición de Bielorrusia se reúnen frente a una pancarta que dice "¡Libertad!" pegado en la entrada de la compañía nacional de televisión y radio de Bielorrusia en Minsk, el 17 de agosto de 2020. Foto: AFP

Miles de manifestantes se congregaron ante la fábrica de vehículos pesados (MZKT) y la planta de tractores (MTZ) de Minsk.

El presidente bielorruso, Alexandre Lukashenko, protagonizó este lunes un tenso cara a cara con obreros en huelga que le gritaron:”¡Vete!”, el día después de una gigantesca manifestación para pedir la salida del dirigente, en el poder desde 1994.

El lunes por la mañana, miles de manifestantes se congregaron ante la fábrica de vehículos pesados (MZKT) y la planta de tractores (MTZ) de Minsk, así como frente a la sede de la televisión gubernamental bielorrusa, ondeando banderas blancas y rojas de la oposición y lanzando consignas hostiles al poder.

“No olvidaremos, no perdonaremos”, gritaron los manifestantes congregados ante la sede de MZKT. Varios miles de empleados de la fábrica MTZ, cuya producción se exporta a toda la ex Unión Soviética y es el orgullo nacional, pararon de trabajar, según dijeron obreros a la AFP.

La candidata opositora en las elecciones presidenciales, Svetlana Tijanóvskaya, afirmó por su parte que estaba lista para “asumir [sus] responsabilidades” y gobernar, en un vídeo grabado en Lituania, donde se refugió.

Por su lado el presidente Lukashenko se desplazó el lunes en helicóptero a la fábrica MZKT para reunirse con obreros.

Mientras justificaba la represión de la semana pasada de la que es acusada la policía, algunos gritaron “¡Vete, vete!” al jefe del Estado, según imágenes difundida en las redes sociales.

“Gracias, ya he dicho todo lo que quería decir. Podéis decir +vete+”, aseguró Lukashenko en la conclusión de su discurso, visiblemente enfadado.

El presidente insistió en que “Bielorrusia organizó elecciones y que no habrá otras”. Igualmente minimizó el alcance del movimiento de protesta y aseguró que las fábricas funcionan en general pese a los llamados a una huelga general.

– Miles de trabajadores en huelga –
Empleados de la emblemática fábrica de tractores MTZ indicaron a la AFP que miles de ellos hicieron huelga.

“Hemos previsto participar en todas las huelgas pacíficas, acciones de protesta (…) para que el gobierno se dé cuenta finalmente de que se enfrenta a su propio pueblo”, declaró a la AFP Ilia Rybkine, un empleado de 30 años.

Maria Kolesnkikova, uno de los rostros de la oposición bielorrusa aliada a Tijanóvskaya , habló también delante de MZKT.

Por otro lado unas 600 personas se concentraron delante de la sede de la cadena televisiva gubernamental según la prensa bielorrusa. Varios de los presentadores de noticias de la cadena renunciaron estos últimos días.

Según el sitio de información tut.by, empleados del productor de potasio Belaruskali anunciaron por su parte su intención de hacer huelga. Bielorrusia es uno de los mayores productores de potasio del mundo.

– Manifestación histórica –
Varias decenas de miles de personas se manifestaron el domingo en Minsk para exigir la salida de Lukashenko, en el poder desde 1994.

La manifestación, considerada una de las mayores de la oposición de la historia del país, se desarrolló sin detenciones y, hecho excepcional, fue incluso presentada de manera neutra o positiva por los medios estatales.

La victoria de Lukashenko en las elecciones del 9 de agosto, donde obtuvo oficialmente el 80% de los votos, fue percibida como fraudulenta por la oposición. Tijanóvskaya, que había logrado una movilización inesperada en Bielorrusia, cosechó oficialmente un 10%.

Desde entonces la exrepública soviética ha sido escenario de manifestaciones que fueron en un principio violentamente reprimidas por las autoridades, dejando dos muertos, decenas de heridos u miles de detenidos.

Las autoridades bielorrusas dieron luego señales de retroceso, ordenando la liberación de más de 2.000 de las 6.700 personas arrestadas durante las protestas.

El domingo, Minsk recibió el apoyo de Moscú, un aliado histórico pese a las tensiones recurrentes entre ambos países.

En Occidente las reacciones se suceden. En Reino Unido, el ministro de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, anunció que su país “no acepta los resultados” de las presidenciales y piensa “sancionar a los responsables” de la represión de las manifestaciones de la semana pasada.

Los líderes europeos celebrarán por su parte una cumbre extraordinaria el miércoles para abordar la crisis en Bielorrusia.

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