El Banco Central proyecta una contracción económica de 5% para 2020.
Costa Rica pidió este sábado al Fondo Monetario Internacional (FMI) iniciar negociaciones para un acuerdo de asistencia por tres años, en que el gobierno se compromete a aplicar un ajuste fiscal, para hacer frente al impacto del covid-19.
El presidente del Banco Central, Rodrigo Cubero, y el ministro de Hacienda, Elian Villegas, hicieron el pedido en una carta enviada el sábado a la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, en la cual solicitaron una asistencia financiera por 1.750 millones de dólares, informó la presidencia en un comunicado.
El pedido de negociaciones se hizo después de que la Asamblea Legislativa (parlamento) aprobara esta semana un préstamo rápido del FMI por 504 millones de dólares para el manejo de la deuda.
“El acuerdo brindaría un ancla de política para nuestros planes de consolidación fiscal durante el período necesario para lograr un superávit primario y colocar la deuda en una clara trayectoria descendente”, señala la carta.
Agrega que “esto, a su vez, es necesario para asegurar una vigorosa recuperación económica después de la pandemia y una mayor trayectoria de crecimiento económico en el mediano plazo”.
Costa Rica arrastraba un déficit fiscal de 6% del PIB en 2019 y el gobierno teme que alcance más de 9% este año como efecto de la pandemia, mientras que la deuda pública llegaría a 70% del PIB.
Al mismo tiempo, el Banco Central proyecta una contracción económica de 5% para 2020.
“Este acuerdo de mediano plazo con el FMI proveería recursos importantes al gobierno central en condiciones favorables y permitiría acceso a recursos financieros adicionales por parte de organismos financieros internacionales”, indicó el ministro Villegas.
La ministra de Planificación, Pilar Garrido, comentó que “este acuerdo es crítico dentro de la ruta de consolidación fiscal para brindar confianza a los inversionistas en que tomaremos todas las acciones que sean necesarias, de manera responsable y técnica, para habilitar crecimiento potencial, inclusivo y sostenible”.
El país centroamericano, que anunció este miércoles una transición hacia una “apertura controlada” de las actividades económicas, se ha visto fuertemente golpeado por la pandemia, que deja 39.699 contagios y 418 muertos.