Panamá trabaja en estrategias enmarcadas en lograr una recuperación económica verde. La logística y transporte también están vinculados a las fuentes de cambio. El camino es largo.
El Foro Económico Mundial ha llamado a los gobiernos y empresas a diseñar una recuperación económica verde con perfil sostenible. La pandemia estaría desvelando cuán interconectados están nuestros desafíos sociales, económicos y ambientales.
Precisamente, la última investigación de la Universidad de Harvard indica que las personas que viven en regiones mayormente contaminadas están siendo afectadas más severamente por el coronavirus que otras. Mientras que otro estudio, publicado en la revista médica The Lancet, predice que 500,000 adultos morirán como resultado del cambio climático para 2050.
Pero en medio de este escenario en el cual Panamá evidencia una considerable ola de contagios y se prepara para una recuperación gradual de su economía, ¿qué planes de respuesta, estrategias o medidas está adoptando nuestro Gobierno, en la senda del crecimiento sostenible?.
Desde el Ministerio de Ambiente (MiAmbiente), informaron a EnSegundos.com.pa que trabajan en conjunto con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), la Secretaría Nacional de Energía (SNE), el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) y el Ministerio de Salud (MINSA), en la integración de gestión de los riesgos climáticos, de medidas de adaptación y reducción de las emisiones nacionales de gases de efecto invernadero (GEI).
En un esfuerzo interinstitucional buscan incorporarlas en la planificación de políticas, estrategias, programas, planes y proyectos dentro del sector público, así como de regulaciones que habiliten un marco amigable de inversiones del sector privado nacional y de organismos internacionales.
Uno de los temas abordados es la transición energética hacia un modelo descarbonizado, que priorice tecnologías verdes y eficientes durante la generación, transmisión y distribución de los servicios de electricidad para toda la población.
Además, el desarrollo y análisis de escenarios de descarbonización a corto plazo (2024), mediano (2030) y largo plazo (2050), considerando los vínculos entre energía, recursos naturales, crecimiento económico y desarrollo social.
También la implementación de forma acelerada de la Agenda de Transición Energética, con énfasis en el acceso universal a la energía. A su vez, la ejecución con prontitud de la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica y el Plan Maestro del Metro de Panamá, para modernizar el sector transporte, reducir la dependencia en combustibles fósiles, mejorar la salud de la población y la integridad ambiental.
Reducción de emisiones para el transporte y otras acciones
De acuerdo con la entidad, el mercado se puede incentivar con acciones como la electrificación de la flota de vehículos del Estado, de buses de servicio público en el área metropolitana de Panamá y de los sistemas de transporte público de las principales ciudades (La Chorrera, Colón, Chitré, Penonomé, Las Tablas, Santiago, David y Changuinola).
En esa línea, sostienen que trabajan en acciones como el diseño y reglamentación de un programa de reemplazo de tecnologías contaminantes e ineficientes, como automóviles, refrigeradores o aires acondicionados, con modelos modernos y eficientes para impulsar nuevas ventas, acelerar la jubilación de productos con ciclos de ventas tradicionalmente largos y crear empleos verdes en el sector energético.
Asimismo, en la implementación de un programa de pagos por servicios ecosistémicos, la unificación de la educación ambiental con estándares fijos para todas las entidades estatales, restauración de centros de visitantes de distintas áreas protegidas y otras.
Estiman que estas inversiones alcancen más de 15 millones de dólares, que llevarán empleos verdes y reactivarán la economía ambientalmente sostenible a comunidades en Colón, Los Santos, Chiriquí y Veraguas, que se implementarán a través del Proyecto de Patrimonio Natural, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Recalcan que estos proyectos pueden establecer, aproximadamente, 12,000 nuevos empleos a nivel nacional.
El desafío para la logística
En el actual escenario, el sector de transporte y logística sigue funcionando como necesaria correa de transmisión para proveer de servicios esenciales (alimentación, hogar, medicamentos). Las cadenas de suministro que continúan su marcha, realizan actividades de compras, producción, almacenaje, transporte y distribución hasta los puntos de venta para garantizar la llegada de los bienes de primera necesidad a la ciudadanía.
Según relatan expertos en esta industria, los desafíos son innumerables, pero es el momento adecuado para que la tecnología rompa paradigmas.
En Panamá, como en el resto de los países, la digitalización ha sido una pieza clave en medio de esta situación de pandemia. El Gobierno y la empresa privada se han visto en la necesidad de dinamizarla con iniciativas urgentes, como la eliminación del papel en la mayoría de los trámites, para continuar con la operación diaria.
Tanto la movilización de las personas por medios de transportes alternativos y poco frecuentes como las bicicletas, es un tema que ha cobrado relevancia. Este sería uno de los aspectos a cambiar.
En el ámbito interno, por ejemplo, en las bodegas o centros de distribución, una de las opciones que se valora para lograr una logística más verde es la disminución de maquinarias viejas u obsoletas y reemplazarlas por nuevos equipos, que reduzcan el nivel de contaminación de CO2, y que, a su vez, aporten un balance correcto.
Actualmente, según información internacional, el sector transporte representa alrededor del 90% de las emisiones totales en la industria logística.