El mandatario explicó que en octubre del año pasado “ciudadanos de todas las edades de todos los sectores salieron a las calles a demandar mejores pensiones, salud y educación” y también “menores desigualdades, mejor calidad y menor costo de los servicios públicos”.
El presidente chileno, Sebastián Piñera, aseguró que su gobierno tomó todas las medidas para garantizar el respeto de los derechos humanos y aseguró que no habrá impunidad para castigar los abusos y actos violentos tras el estallido social del 18 de octubre.
En su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas este martes, Piñera explicó que en octubre del año pasado “ciudadanos de todas las edades de todos los sectores salieron a las calles a demandar mejores pensiones, salud y educación” y también “menores desigualdades, mejor calidad y menor costo de los servicios públicos”.
Pero -agregó- también “aprovechándose de estas manifestaciones, grupos minoritarios provocaron una enorme explosión de violencia, con incendios, disturbios, destrucción y delincuencia, que no respetaron a nada ni a nadie y que causaron un grave daño al cuerpo y alma de Chile”.
Ante las denuncias de violaciones a los derechos humanos cometidas por la policía y las fuerzas armadas en el marco de la dispersión de las protestas callejeras, Piñera afirmó: “Nuestro gobierno tomó todas las medidas y precauciones posibles y necesarias para garantizar el respeto de los derechos humanos de todos nuestros compatriotas”.
“Aplicamos normas estrictas para regular el uso de la fuerza por parte de las policías en plena concordancia con las normas internacionales en materia de derechos humanos. Adoptamos una política de plena transparencia frente a la ciudadanía en materia de información relacionada con derechos humanos. Reforzamos el sistema de defensores públicos”, detalló el mandatario chileno.
Las manifestaciones callejeras dejaron una treintena de fallecidos y más de 400 heridos oculares producto del uso de perdigones y el lanzamiento de bombas lacrimógenas por parte de las fuerzas del orden para el control de las manifestaciones.
Organizaciones como Amnistía Internacional o Human Rights Watch denunciaron violaciones a los derechos humanos durante las primeras semanas tras el estallido social.
“Vamos a hacer todos los esfuerzos para que en Chile no haya impunidad, ni para los que vulneran los derechos humanos ni para los violentistas que atentan contra nuestra sociedad”, agregó Piñera en su discurso, que por la pandemia del covid se hizo de manera virtual.
Tras varias jornadas de violentas manifestaciones callejeras, los partidos políticos chilenos alcanzaron un acuerdo para convocar a un plebiscito que decida si se reforma o no la Constitución que se mantiene como herencia de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). La consulta se realizará el próximo 25 de octubre.
“Estoy convencido que la inmensa mayoría de los chilenos queremos perfeccionar, modernizar o cambiar nuestra constitución”, afirmó Piñera.
“Esta crisis representa una oportunidad para lograr un acuerdo constitucional que permita que nuestra Constitución sea ese gran marco de unidad, estabilidad y proyección hacia el futuro. También es una oportunidad para conectarnos mejor con nuestros ciudadanos”, concluyó el mandatario.
A nivel multilateral, Piñera pidió dejar atrás las guerras comerciales y el proteccionismo para superar las consecuencias económicas de la pandemia.