Nicaragua rechazó este jueves un informe del Consejo de Derechos Humanos de la ONU que cuestionó la situación de derechos humanos en el país, y aseguró que se basa en agendas mediáticas “calumniosas” y “difamantes”.
“El gobierno condena enfáticamente la politización y la selectividad de países específicos (…) particularmente por el Consejo de Derechos Humanos”, que también hace una dura evaluación de la situación en Cuba y Venezuela, según un comunicado de la presidencia.
Agregó que el consejo “fundamenta sus llamados reportes o informes en la agenda mediática y los decires calumniosos y difamantes de organismos que no representan la vida de los pueblos”.
La reacción del gobierno de Daniel Ortega se da días después de que la Alta Comisionada de la ONU para Derechos Humanos, Michelle Bachelet, criticó la situación de Nicaragua y la inacción oficial para superar las causas de la ola de protestas antigubernamentales de abril de 2018.
El gobierno de Ortega consideró que el organismo internacional mantiene una “guerra ininterrumpida y cruel” contra Nicaragua, Cuba y Venezuela.
“Exigimos que tomen en cuenta todas las perspectivas y todos los derechos, fortaleciendo diálogo y paz, en un mundo tan necesitado de armonía y resolución pacífica de cualquier conflicto”, demandó el gobierno nicaragüense.
Durante la 45 sesión del Consejo de Derechos Humanos, la semana pasada en Ginebra, Bachelet informo de al menos 30 casos de amenazas e intimidaciones contra defensores de derechos humanos, periodistas, estudiantes, campesinos y religiosos.
Señaló que Nicaragua “continúa registrando casos de posibles violaciones del derecho a la vida, como el homicidio de un hombre a manos de un elemento armado progubernamental, el 19 de julio en La Trinidad, Estelí”.
El gobierno expulsó en diciembre del 2018 a delegados de la Oficina del Alto Comisionado para Derechos Humanos de la (oacnudh), acusándoles de parcialidad en sus informes sobre la violación de derechos humanos en el contexto de las protestas opositoras de 2018.