Las delegaciones acordaron reunirse “para negociar nuevas liberaciones”, indicó Griffiths en un hotel de Glion.
Las partes implicadas en la guerra de Yemen se pusieron de acuerdo para intercambiar 1.081 prisioneros después de una semana de conversaciones en Suiza, bajo la égida de la ONU, confirmó este domingo el enviado especial de la organización para Yemen, Martin Griffiths.
Éste se congratuló por el canje ante periodistas y las delegaciones yemeníes, “el más importante” en la historia del conflicto, que empezó en 2014.
Las delegaciones acordaron reunirse “para negociar nuevas liberaciones”, indicó Griffiths en un hotel de Glion.
Los jefes de ambas partes no hicieron declaraciones, pero se estrecharon la mano, bajo las miradas de Griffith y del director regional del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para Próximo y Medio Oriente, Fabrizio Carboni.
En el marco de un acuerdo de paz bajo patrocinio también de la ONU, alcanzado en Suecia en 2018, el gobierno yemení, respaldado por una coalición militar liderada por Arabia Saudita, y los rebeldes hutíes chiitas, apoyados por Irán, acordaron el intercambio de unos 15.000 prisioneros.
Desde entonces, las dos partes intercambiaron prisioneros de manera esporádica. Pero la liberación de cientos de progubernamentales e insurgentes representaría el primer canje a gran escala desde el inicio de la guerra.
El acuerdo, que deberá ser implementado en dos semanas, contempla la liberación de “681 rebeldes y de 400 miembros de las fuerzas gubernamentales [y aliadas]”, dijo a la AFP un miembro de la delegación gubernamental que pidió conservar el anonimato.
Según esta fuente, la liberación por parte de los rebeldes del el general Naser Mansur Hadi, hermano del presidente yemení, Abd Rabo Mansur Hadidel, fue aplazada.
“Todos sabemos que ahora es esencial avanzar rápidamente y de manera decisiva hacia la implementación” del acuerdo concluido en Suiza, subrayó el enviado de la ONU.
El CICR monitoreará el regreso de los presos a sus hogares.
El conflicto en Yemen ha provocado decenas de miles de muertos, en su mayoría civiles, y ha provocado lo que la ONU describe como la peor crisis humanitaria del mundo.