Terminado el tosco debate, las opiniones están divididas sobre la actuación de su candidato.
Con una gorra en la que se puede leer “policías para Trump”, Tom Keeney abandona la sala donde una decena de seguidores del presidente de Estados Unidos siguen el debate presidencial.
“Me cansé de oír a Biden”, dice Keeney, residente en Pensilvania, uno de los estados pendulares, donde no hay tradición histórica de votar por un partido y que suelen definir las elecciones presidenciales.
Dentro de la sala, en Old Forge, un distrito de clase trabajadora de Scranton, donde creció Joe Biden, la cobertura de Fox News del primer debate entre Trump y su rival demócrata suena a todo volumen.
La banderas de Trump y los mensajes antiaborto inundan las paredes; en el suelo, una figura de cartón del presidente con los dos pulgares hacia arriba da la bienvenida a los que entran al salón.
El grupo escucha en silencio mientras los dos candidatos se increpan uno al otro. Luego estalla en carcajadas cuando el presidente se refiere a su oponente de manera personal, pero con algo de desprecio, con un simple “Joe”.
“Creo que Trump lo está haciendo bien y que Joe Biden está teniendo dificultades para argumentar”, dice Doug Miller, de 30 años, con un gorra roja con el eslogan “Mantén la Grandeza de Estados Unidos”.
Jackie Smith, quien dice ser un ferviente seguidor del presidente, se fuma un cigarro fuera de la sala bajo la lluvia.
“Trump ha hecho mucho por nosotros en los cuatro años que lleva en el cargo”, dice.
Pensilvania, como Ohio, donde se llevó a cabo el debate, es un estado del “Rust Belt” (cinturón de óxido), donde se han destruido muchos puestos de trabajo en las últimas décadas a medida que la industria pesada ha perdido terreno. Trump ganó en ambos estados en 2016.
El presidente se esforzó por denigrar la agudeza mental de Biden antes del debate. Pero el candidato demócrata tuvo una mejor actuación de lo esperado, lo que frustró a los seguidores del republicano.
Los candidatos discuten sobre la Corte Suprema, la pandemia de coronavirus, el cambio climático, temas elegidos por el moderador del debate, Chris Wallace, quien asigna tiempo a cada candidato y no duda en criticar a Trump por interrumpir a su oponente.
Pero sus esfuerzos no gustan a esta audiencia.
“Siento que durante la mayor parte de la noche (Trump) no solo estuvo debatiendo con Joe Biden el dormión, sino que tuvo que debatir con Chris Wallace, que creo que es un completo tonto”, dice Miller.
Wallace trabaja en Fox News, un canal conservador, pero tiene reputación de enfrentarse con cualquiera, independientemente de sus ideas políticas.
– ¿Quién ganó? –
Terminado el tosco debate, las opiniones están divididas sobre la actuación de su candidato.
“El ganador fue Donald Trump. Quiero decir, estaba compitiendo contra Chris Wallace y Joe Biden”, dice Lorenzo Febbo, estudiante de 20 años. “Joe Biden tendía a responder como lo hace normalmente, interrumpiendo”.
Pero para Nicholas Haas, también de veintitantos años, ninguno de los candidatos se impuso: “Nadie ganó realmente porque no me enteré de nada de ninguno de los dos”.
Con un vestido de los colores de la bandera estadounidense, con broche y pendientes azules de Trump, Lynette Villano, de 74 años, reconoció que Biden estuvo mejor de lo esperado.
“Descansó un par de días, así que supongo que estuvo bien”. Cálido elogio de los conservadores de Old Forge.