Los mercados se desplomaron el martes tras la brusca decisión de Trump de poner fin a las conversaciones sobre el paquete de estímulo hasta después de las elecciones.
La Casa Blanca intentó el domingo reavivar la posibilidad de que se apruebe un nuevo paquete de estímulo económico para superar la crisis provocada por la pandemia, pese a la oposición tanto de demócratas como de republicanos, a menos de cuatro semanas de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.
“No creo que esté muerto en absoluto” un posible acuerdo, dijo a la cadena CNN Larry Kudlow, asesor económico de la Casa Blanca.
“Estamos pidiendo por algunas áreas específicas de asistencia que ayudarían a esta recuperación. Es una recuperación en forma de V, pero hay áreas clave que podrían ayudar”, dijo Kudlow.
“Estas son cosas simples. Tienen un apoyo bipartidista. Podríamos hacerlo como proyectos de ley independientes, o un proyecto de ley colectivo, o lo que sea. Pero no entiendo la intransigencia de mis amigos los demócratas”, comentó.
“Creo que si se pudiera llegar a un acuerdo (con los demócratas), los republicanos estarían de acuerdo”, añadió.
Los mercados se desplomaron el martes tras la brusca decisión de Trump de poner fin a las conversaciones sobre el paquete de estímulo hasta después de las elecciones, pero dio un giro pronunciado en los días siguientes a favor de un acuerdo.
El viernes, la Casa Blanca reforzó su oferta, proponiendo un paquete de 1,8 billones de dólares, contra el de 1,5 billones propuesto anteriormente, ya que el propio Trump, que está rezagado en las encuestas nacionales, se manifestó a favor de un paquete aún mayor con la intención de llegar a un acuerdo con los demócratas.
Pero el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, enfrió el mismo día las posibilidades de un acuerdo, al decir que es poco probable que el Congreso dé luz verde un nuevo paquete de estímulo antes de las elecciones debido a las diferencias sobre cuánto gastar.
Nancy Pelosi, la líder demócrata de la Cámara de Representantes, que ha estado negociando el plan de recuperación con Steven Mnuchin, el Secretario del Tesoro, deploró que se dé “un paso adelante, dos pasos atrás” y consideró que esta propuesta “no es suficiente”.
– Trump, dispuesto a ir “más lejos” –
“Todavía tenemos desacuerdos en muchas prioridades”, escribió Pelosi el sábado a los miembros de su grupo parlamentario, diciendo, sin embargo, que era “optimista”.
Los demócratas quieren un total de 2,2 billones de dólares en ayuda a los hogares, empresas y estados.
Kudlow insistió en que al gobierno de Trump le gustaría lograr medidas específicas para ayudar a algunos sectores de la economía muy afectados por la pandemia del coronavirus, como el del transporte aéreo y las pequeñas y medianas empresas (PYMES), pero también sugirió que la Casa Blanca podría dar una nueva señal a los demócratas.
“Mnuchin ha aumentado su oferta a 1,8 billones de dólares. Así que la propuesta está en medio del campo. El presidente Trump siempre ha dicho -lo he oído decirlo en el Salón Oval- que si se trataran cosas grandes como cheques (a los hogares), asistencia a desempleados, ayuda a pequeñas empresas, líneas aéreas, iría más lejos. Siempre lo ha dicho”, dijo Kudlow.
Además de la oposición, la propuesta de la Casa Blanca fue rechazada por varios senadores republicanos por considerarla demasiado generosa y porque se oponen a que la ayuda se destine a las comunidades locales, especialmente a los estados que han sido muy afectados por la pandemia, muchos gobernados por demócratas.
El candidato demócrata a la presidencia, Joe Biden, está ahora casi diez puntos por delante de Trump en el promedio nacional de las encuestas y también ha reforzado su ventaja en la intención del voto en estados que decidirán la elección.
En tanto, el panorama económico es desastroso, con casi 11 millones de desempleados, y un total de 25 millones con ingresos deteriorados por la pandemia que sobreviven gracias a la ayuda pública.
Muchas empresas pequeñas y medianas enfrentan problemas de liquidez que amenazan su supervivencia, mientras que las grandes firmas empiezan a hacer despidos masivos, una oleada difícil de contener, según los expertos, sin la ayuda del gobierno federal.
Un acuerdo daría continuidad a la Ley Cares de 2,2 billones de dólares y otras medidas que elevaron la ayuda total aprobada por el Congreso a casi 3 billones de dólares.