A último momento, se decidió acortar el velatorio de tres días a uno, a pedido de la familia.
Desconsolados tras la muerte del ídolo popular, miles de argentinos despiden a Diego Maradona en un interminable desfile frente al féretro cubierto con la bandera Argentina y las casacas de la Albiceleste y de Boca Juniors con el número ’10’, en un velatorio con honores en la Casa Rosada.
Apilados en una fila interminable que serpentea la histórica Plaza de Mayo, los hinchas avanzan a paso lento en la esperanza de pasar brevemente frente al ataúd en un velatorio que está previsto termine a las 16H00 locales (19H00 GMT).
El entierro del ‘Pide de Oro’ será este mismo jueves en la tarde en el cementerio Jardín de Paz, en la periferia de Buenos Aires, dijo Sebastián Sanchi, portavoz del ’10’, a la AFP.
Con los puños en alto o la mano en el corazón, los fanáticos pasan frente a los restos del ídolo muerto el miércoles a los 60 años por un paro cardíaco.
El inicio, poco después de las 06H00 locales (09H00 GMT) estuvo marcado por algunos forcejeos entre los hinchas que impacientes por entrar derribaron algunas vallas, luego de pasar una noche en vigilia.
Sus hijas Dalma, Giannina y Jana permanecen en la Casa Rosada, igual que su exesposa Claudia Villafañe, sus hermanas y otros miembros de la familia y amigos, aunque a resguardo de la prensa.
– Diego “es pueblo” –
“Él es un genio, él es pueblo, es nosotros, la vida, el amor”, señaló Andrés Quintero, un restaurador de 42 años que viajó dos horas desde la ciudad de Tigre para rendir tributo a Maradona.
Un enorme lazo negro atraviesa la entrada de la Casa Rosada que luce la bandera a media asta en señal del duelo nacional por tres días.
“No lo puedo creer, esto no está pasando, Diego no puede estar muerto”, clamaba un hombre visiblemente afectado al salir de la sede gubernamental. Entre sollozos se arrodilló y no pudo volver a ponerse en pie sin la ayuda de familiares.
Según el resultado preliminar de la autopsia, sufrió una “insuficiencia cardíaca aguda, en un paciente con una miocardiopatía dilatada, e insuficiencia cardíaca congestiva crónica que generó edema agudo de pulmón”.
“Fue el mejor del mundo, lo vamos a extrañar y nos rompió el alma con su partida”, dijo a la AFP Diego Armando Cabral, un albañil de 29 años que fue bautizado en honor al futbolista.
Portando la camiseta del club Boca Juniors, se aprestaba a entrar “lleno de una emoción que no se puede explicar” para dar el último adiós a la leyenda deportiva.
– Conmoción mundial –
Su muerte provocó una conmoción mundial con mensaje de pésame desde todas partes del mundo.
Lionel Messi y Pelé, otros dos estelares mundiales del fútbol, encabezaron una larga lista de emotivas despedidas a Maradona.
Durante la madrugada, la familia tuvo una despedida íntima y luego también tuvieron su momento los excampeones mundiales que junto a Maradona alzaron la copa en México-1986.
Explosiones de aplausos, de cánticos y gritos se suceden a cada momento. También algunos forcejeos con la policía de quienes se impacientan por ingresar.
En la ciudad los homenajes se repitieron por doquier. Miles de hinchas se congregaron el miércoles en el emblemático barrio de la Boca, en la mítica Bombonera o en el céntrico Obelisco.
En la cancha de Boca Juniors, los hinchas levantaron un santuario con imágenes del ídolo.
Al grito de “Marado! Marado!”, unos 1.000 hinchas entraron la noche del miércoles al estadio Diego Armando Maradona del club Argentinos Juniors, en el noroeste de Buenos Aires, para rendir homenaje bajo una lluvia multicolor de fuegos artificiales. ‘El Pelusa’ debutó en ese estadio en primera división a los 15 años.
Con banderas, trompetas y pancartas en mano, los apasionados de Maradona hicieron temblar las gradas con su galopante paso, mientras la cancha, vacía y silenciosa, fue alumbrada en medio de la noche.
“Diego eres mi vida, vos sos la alegría de mi corazón”, coreaba la muchedumbre al unísono, durante la media hora que duró el evento.
– Deterioro físico –
Maradona estaba convaleciente de una operación por un hematoma en la cabeza desde el 3 de noviembre. Su salud era muy delicada y atravesaba un nuevo síndrome de abstinencia.
Se lo había visto mal el día de su cumpleaños el 30 de octubre, cuando reapareció de su confinamiento por la pandemia en la cancha de Gimnasia y Esgrima, equipo que dirigía.
Su abogado, Matías Morla, reveló que Diego atravesaba una depresión cuando le detectaron el hematoma.
“Tenía una conducta rara, estaba muy depresivo y hacía comentarios sobre parientes que habían fallecido, que los extrañaba”, dijo.
El fiscal John Broyard precisó que la muerte del astro del fútbol se produjo “a las 12 horas” del mediodía (15H00 GMT) por causas naturales.
Tenía cinco hijos, dos de ellas, Dalma y Gianinna, con su exesposa Claudia Villafañe. Había malestar de la familia con el entorno que tenía en los últimos tiempos.
Sus otros hijos, que tuvo con otras tres mujeres, son Jana, Diego Junior, y Diego Fernando.
Los excesos y las adicciones fueron el origen de las emergencias de salud que lo llevaron varias veces al borde de la muerte.
Hacía años que Maradona había superado la adicción a las drogas duras. Pero seguía consumiendo alcohol, medicado con tranquilizantes y ansiolíticos.