El incremento del último período se produce a pesar del envío de una operación militar a la selva para controlar las actividades ilícitas durante los períodos más intensos de deforestación e incendios.
La deforestación en la Amazonía brasileña aumentó 9,5% entre agosto de 2019 y julio de 2020 en comparación con el período exactamente anterior, lo que constituye el segundo récord consecutivo en 12 años, según datos preliminares oficiales.
La destrucción de la mayor selva tropical del mundo totalizó 11.088 km2 entre agosto de 2019 y julio de 2020, equivalente a 7,4 veces el territorio de la Ciudad de México, arrojó el sistema de vigilancia de deforestación PRODES, del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), revelados este lunes.
Entre agosto de 2018 y julio de 2019, el mismo sistema de vigilancia contabilizó 10.188 km2 arrasados, lo cual había marcado un aumento de 43% frente a los doce meses precedentes. Estos han sido los peores años desde 2008, cuando se registraron 12.911 km2 deforestados.
El incremento del último período se produce a pesar del envío de una operación militar a la selva para controlar las actividades ilícitas durante los períodos más intensos de deforestación e incendios.
La Operación Verde Brasil 2 es una de las principales medidas para la cuestión ambiental del gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro, en el poder desde enero de 2019, cuestionado dentro y fuera del país por defender la explotación agropecuaria, energética y minera de la Amazonía.
El nuevo balance fue criticado por organizaciones no gubernamentales.
“La visión de desarrollo del gobierno Bolsonaro para la Amazonía nos lleva de vuelta al pasado, marcado por altas tasas de deforestación. Es una visión retrógrada que no condice con los esfuerzos necesarios para lidiar con las crisis de clima y biodiversidad”, cuestionó Cristiane Mazzetti, gestora ambiental de Greenpeace.
El brasileño Observatorio del Clima subrayó que “debido a la deforestación, Brasil debe ser el único gran emisor de gases de efecto estufa que incrementa sus emisiones en el año cuando la economía global paró debido a la pandemia”.
El vicepresidente Hamilton Mourao y el ministro de Ciencia y Tecnología, Marcos Pontes, divulgaron los números en una rueda de prensa en la cual no participó el ministro del Medio Ambiente, Ricardo Salles, cuya cartera ha perdido protagonismo en lo relativo a la preservación de la selva amazónica.
“El mensaje que traigo en nombre del presidente Bolsonaro es que seguiremos trabajando con la ciencia y la tecnología apoyando el trabajo de las entidades responsables de la supervisión ambiental”, dijo Mourao.
Sin embargo, voces dedicadas al tema ambiental subrayaron que los números reflejan que el gobierno ha trabajado en sentido contrario.
“Esto no es una sorpresa para quien sigue la destrucción de las políticas ambientales en Brasil desde enero de 2019”, cuando Bolsonaro asumió el poder, dijo en un comunicado el Observatorio del Clima.
“El balance del Prodes refleja el resultado de un proyecto exitoso en aniquilar la capacidad del estado brasileño y de los órganos de fiscalización que cuidan nuestra selva y combaten el crimen en la Amazonía”, añadió.