Esta misión es muy delicada técnicamente. Su éxito constituiría un notable avance espacial para China, tras el exitoso alunizaje en 2019 de una nave en la cara oculta del astro lunar, un logro inédito en el mundo.
La sonda china Chang’e perforó este miércoles la superficie de la Luna tras haberse posado con éxito en el satélite, en el primer intento de traer muestras lunares desde hace 40 años.
Esta misión es muy delicada técnicamente. Su éxito constituiría un notable avance espacial para China, tras el exitoso alunizaje en 2019 de una nave en la cara oculta del astro lunar, un logro inédito en el mundo.
Tras su llegada el martes, la sonda terminó el miércoles las operaciones de perforación del suelo lunar, “y recoge como estaba previsto muestras de la superficie” de la Luna, indicó la agencia espacial china CNSA.
El objetivo de esta nueva misión es traer unos dos kilos de muestras de rocas lunares, perforando el suelo hasta dos metros de profundidad, para ayudar a los científicos a entender mejor los orígenes de la Luna, su formación y actividad volcánica en su superficie.
Si tiene éxito, China será el tercer país que ha extraído muestras del satélite, después de Estados Unidos y la antigua Unión Soviética en las décadas de los años 1960 y 1970.
Esta misión es el primer intento de recuperar rocas lunares desde la misión deshabitada Luna 24, llevada a cabo con éxito por la antigua Unión Soviética en 1976.
– Paisaje lunar –
La televisión pública china CCTV divulgó un video mostrando a los científicos del centro de control de la misión aplaudiendo cuando la sonda se posó en la superficie lunar.
Una pantalla gigante al fondo de la inmensa sala mostraba las primeras imágenes enviadas por Chang’e 5, las de un paisaje lunar gris saturado de cráteres.
El jefe científico de la NASA estadounidense, Thomas Zurbuchen, felicitó a China por el alunizaje de la sonda.
La sonda Chang’e-5, llamada así por una diosa de la luna en la mitología china, había entrado en la órbita de la Luna el sábado tras 112 horas de viaje desde la Tierra, después de despegar desde la provincia de Hainan (sur) la semana pasada.
Se espera que la nave recoja el material en un día lunar, el equivalente a unos 14 días en la Tierra.
Las muestras serán enviadas a la Tierra en una cápsula que deberá aterrizar en la región china de Mongolia Interior (norte) a principios o mediados de diciembre.
A diferencia de la misión soviética Luna 24 de 1976, cuando la sonda realizó directamente el trayecto entre la Luna y la Tierra después de recolectar muestras, China utilizará un método mucho más complicado.
Las rocas se colocarán primero en el módulo de ascenso (que tendrá que llegar a la órbita lunar) antes de ser trasladadas a la cápsula de regreso a la Tierra.
El módulo Chang’e 5 se compone de cuatro partes: un orbitador (que permanecerá en órbita lunar), un aterrizador (que se posó sobre la Luna), un módulo de ascenso (desde el suelo hasta la órbita lunar) y una cápsula de regreso (a la Tierra).
– Ambiciones espaciales –
Esta misión constituye una nueva etapa del ambicioso programa espacial chino. China ha invertido miles de millones de dólares en su programa, con la esperanza de contar con una estación espacial tripulada para 2022 y, eventualmente, enviar seres humanos a la Luna.
Esta ambiciosa operación permitirá igualmente al gigante asiático probar nuevas tecnologías, cruciales para enviar astronautas al astro lunar de aquí a 2030.
Los planes para el “sueño espacial” de China, como lo llama el presidente Xi Jinping, se han lanzado bajo su gobierno.
El objetivo es equipararse con Europa, Rusia y Estados Unidos en hitos espaciales.
Los ambiciosos objetivos fijados por el gobierno chino incluyen la creación de un cohete superpotente capaz de entregar cargas más pesadas que las que pueden manejar la NASA y la empresa privada SpaceX, una base lunar y una estación espacial permanente tripulada.