Es necesario resaltar los aportes de Ricardo J. Alfaro, en la Carta de Derechos Humanos; y de Jorge E. Illueca, único representante panameño que ha ocupado la Presidencia de la Asamblea General de la ONU
Primera parte. Desde el momento en que Panamá suscribió la Carta de las Naciones en 1945, junto a otros 50 estados, ha realizado esfuerzos para fungir como mediador, conciliador y facilitador del diálogo, impulsando importantes procesos de reflexión y cambios en la agenda global.
Es un país pequeño que, sin duda, ha sabido potenciar su posición geográfica al servicio y bienestar de la humanidad, la paz y la seguridad mundial, así lo resaltó la directora de Cooperación Internacional, del Ministerio de Relaciones Exteriores, Yill Otero, al rememorar sobre los 75 años de Panamá como miembro activo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), participación que ha sido de gran valía, no solo para los panameños, sino para el resto del mundo.
Es necesario resaltar los aportes de Ricardo J. Alfaro, en la Carta de Derechos Humanos; de Jorge E. Illueca S., hasta el momento el único representante panameño que ha ocupado la presidencia de la Asamblea General de las Naciones Unidas durante la 38° sesión, en 1983. Entre otras figuras, también destacó a Carmen Miró y, en la actualidad, a Natalia Kanem y Laura Flores.
Otras contribuciones dignas de mencionar fueron, sin duda, las surgidas del Grupo de Contadora en 1983, que sentó las bases para el Acuerdo de Paz de Esquipulas, que permitió, a su vez, reformular la política centroamericana. También sobresale, luego de una acción diplomática del Gobierno panameño, convocar en marzo de 1973, en la ciudad de Panamá, una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, sesión durante la cual la comunidad internacional respaldó positivamente a Panamá en sus reclamaciones por la denominada “causa panameña”, que, posteriormente, propiciaron la firma de los Tratados Torrijos-Carter, en 1977.
En fechas más recientes, dijo Otero, Panamá se ha convertido en el hub regional de las Naciones Unidas para las Américas, con la instalación de varias sedes de las agencias, fondos y oficinas regionales y subregionales, así como del Depósito de Respuesta Humanitaria de las Naciones Unidas (UNHRD), ubicado en el Centro Logístico Regional de Asistencia Humanitaria (CLRAH).
Dijo que, para Panamá, el sistema de las Naciones Unidas ha sido un aliado estratégico e importante para el desarrollo social, la consolidación de la democracia y las instituciones, así como la promoción de los derechos humanos, a través de los distintos gobiernos.
Todo esto ha permitido a nuestra nación dar importantes pasos en temas prioritarios para su población, como son: la salud materno-infantil, la erradicación del trabajo infantil, el aumento en la calidad del agua y saneamiento y la lucha contra el VIH/SIDA.
“Panamá es un país consciente de la urgencia de superar los desafíos globales y durante la pandemia ha quedado demostrado la necesidad de asumir nuevos compromisos fundamentales para cerrar las brechas económicas y sociales, a fin de mejorar la calidad de vida de todos los panameños y panameñas”, subrayó la directora de Cooperación Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores.
En cuanto a los aportes recibidos del organismo, mencionó, entre otros, el acompañamiento técnico, la asesoría, además de la experiencia, conocimiento y confiabilidad que tiene las Naciones Unidas como organización, que representa valores que han permitido que la relación con los diferentes Estados miembros, avancen en una agenda común. Esto mismo aplica para Panamá, para alcanzar un verdadero impacto y una agenda de desarrollo sostenible, acompañamiento que requiere un continuo diálogo con múltiples actores.