Los piratas lograron penetrar en los sistemas informáticos de esas entidades, aprovechando la actualización de un programa de vigilancia desarrollado por la empresa SolarWinds.
China calificó el lunes de “chiste” las acusaciones de Donald Trump, quien afirmó que el gigantesco ciberataque perpetrado contra Estados Unidos podría ser obra de China, mientras que su propia administración lo imputó a Rusia.
El presidente estadounidense restó importancia el sábado al pirateo del que han sido objeto varias compañías y administraciones de su país, ironizando sobre las acusaciones contra Moscú, y consideró en un tuit que “podría ser China” quien esté detrás del ciberataque.
En respuesta, el portavoz de la diplomacia china, Wang Wenbin, no desmintió formalmente la hipótesis de una implicación de Pekín pero dijo que las acusaciones del presidente Trump no eran “serias” y que eran “contradictorias”.
“Las acusaciones estadounidenses contra China siempre han tenido tintes de chiste y de segundas intenciones políticas”, declaró Wang ante la prensa.
“En materia de ciberseguridad, el comportamiento de Estados Unidos no es bueno y si hay un país mal situado para criticar a los demás, ese es Estados Unidos”, agregó.
Según el grupo estadounidense de seguridad informática FireEye, que también fue objeto de ciberataques la semana pasada, desde la primavera de 2020 varios gobiernos y empresas de los sectores de la consultoría, la tecnología y la energía han sido atacados en América del Norte, Europa, Asia y Oriente Medio.
Los piratas lograron penetrar en los sistemas informáticos de esas entidades, aprovechando la actualización de un programa de vigilancia desarrollado por la empresa SolarWinds y utilizado por decenas de miles de compañías y administraciones de todo el mundo.