Alibaba y su carismático fundador Jack Ma simbolizan el éxito del comercio electrónico.
Es el hombre de negocios más famosos de China y el símbolo del “hombre hecho a sí mismo” para sus compatriotas. A sus 56 años, Jack Ma deberá lidiar con la venganza de las autoridades, que parecen decididas a cortarle las alas.
Este jueves, la Administración Estatal para la Regulación del Mercado de China sacudió al mundo de los negocios chino, donde Alibaba y su carismático fundador Jack Ma simbolizan el éxito del comercio electrónico, al anunciar que este gigante de internet será investigado por “prácticas sospechosas de monopolio”.
Este exprofesor de inglés, oficialmente ‘jubilado’ desde el año pasado de Alibaba recibió una afrenta por parte de los reguladores financieros, quienes también contactaron a Ant Group, filial de Alibaba, líder mundial de los pagos en línea y del cual Ma es el mayor accionista, para conversar sobre “supervisión y asesoramiento”.
Esto sucedió unas semanas después de que Pekín frustrara en el último minuto la salida a bolsa de la empresa, con la cual Jack Ma pensaba que su fortuna superaría los 70.000 millones de dólares (60.000 millones de euros).
Este fiasco le costó miles de millones a Jack Ma, incluso le hizo perder el título de primera fortuna de China, estimada en 58.000 millones de dólares.
El poder del presidente Xi Jinping parece decidido a luchar contra las tendencias monopólicas de grupos privados como Alibaba, cuyas plataformas de venta en línea son utilizadas por cientos de millones de chinos.
Un revés inédito para este millonario, que previó antes que nadie la evolución de sus compatriotas hacia el comercio electrónico al cofundar Alibaba en 1999.
Los medios chinos recuerdan a menudo su su origen humilde, un padre que penaba para dar de comer a su familia, sus malos resultados escolares y los pequeños trabajos mal pagados hasta la creación de Alibaba en un apartamento de Hangzhu, al este de China, con un capital de 60.000 dólares que pidió prestados a amigos.
Jack Ma (cuyo nombre chino es Ma Yun) decidió abandonar su profesión de docente universitario tras descubrir internet y la posibilidad que ofrecía a las empresas de intercambiar sus bienes el línea.
Este hombre comprendió rápidamente el potencial de los teléfonos inteligentes y fue el pionero, con su servicio Alipay, del pago móvil electrónico, actualmente omnipresente en China, ganándose una reputación de visionario.
– Michael Jackson y el partido comunista –
“La primera vez que usé internet, tecleé y me dije: ‘Esto es algo que va a cambiar el mundo y a China'”, declaró a la cadena de televisión estadounidense CNN.
El despegue de la plataforma del comercio en línea de Alibaba, Taobao, obligó al estadounidense eBay prácticamente a retirarse del mercado chino en 2006, dejando vía libre a su rival.
Jack Ma es conocido por sus excentricidades, en un mundo empresarial chino más bien serio. Muy admirado por sus empleados, a menudo ha sido comparado con Steve Jobs, el legendario cofundador de Apple, aunque su estilo es más relajado.
El exitoso y atípico empresario es al mismo tiempo adepto del taichí, gimnasia tradicional china para el equilibrio interior y físico, subió al escenario en una fiesta de empresa disfrazado de Michael Jackson y es miembro del muy austero Partido Comunista Chino (PCC) en el poder.
Desde Davos hasta Wall Street, se ha codeado con personalidades mundiales y prometió a Donald Trump crear un millón de empleos en enero de 2017, cuando el multimillonario estadounidense iba a entrar en la Casa Blanca.
Luego retiró esa promesa, usando el argumento de la guerra comercial lanzada por Trump contra China.
En septiembre de 2018, Jack Ma anunció que se jubilaría un año después, al cumplir 55 años, para consagrarse a proyectos filantrópicos en el ámbito educativo, algo que recordó el camino seguido por uno de sus modelos el fundador de Microsoft, Bill Gates.
Su ascensión siempre mereció críticas y enemistades en la cúspide del partido comunista.
Jack Ma tendrá tal vez que replantearse la consigna que ha presidido su carrera y que expuso claramente en 2007 en Davos, la cita mundial de las finanzas: “Mi filosofía consiste en estar enamorado del poder sin casarme con él”.