En las últimas 24 horas se detectaron unos 22.459 nuevos casos. Los contagios casi no han disminuido en una semana.
Alemania, que registró el miércoles un récord de fallecidos vinculados al covid-19, está “aún muy lejos” de volver a la normalidad, advirtió el gobierno antes de aplicar nuevas restricciones.
Durante mucho tiempo considerado como “buen alumno” europeo en la gestión de la pandemia, Alemania cuenta con una “tasa de infección y de mortalidad [que] muestra que aún estamos lejos de la normalidad”, lamentó el ministro de Sanidad, Jens Spahn.
En las últimas 24 horas se detectaron unos 22.459 nuevos casos. Los contagios casi no han disminuido en una semana (24.740 el 23 de diciembre).
El país superó los 1.000 fallecidos, con un total de 1.129 muertos documentados el miércoles, según el instituto Robert Koch.
– La cena de fin de año “más tranquila” –
El número de muertos más elevado se remontaba al pasado miércoles, con 962 fallecidos. En total, 32.107 personas han perdido la vida por el coronavirus en Alemania desde que comenzó la pandemia.
La situación es particularmente crítica en Sajonia, estado federal de la ex-RDA que durante mucho tiempo se resistió a las restricciones y cuya tasa de incidencia alcanzaba el miércoles 330 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días.
Baviera, Berlín o Brandeburgo, la región que rodea la capital, tampoco logran controlar la pandemia.
“Estas cifras demuestran hasta qué punto el virus sigue golpeando de manera brutal”, declaró Spahn.
“En esta situación, no veo cómo se puede volver” al periodo anterior a las restricciones, advirtió.
El actual confinamiento parcial deberá prolongarse más allá del 10 de enero, con el cierre de todos los comercios no esenciales, de las escuelas, y un llamado para privilegiar a toda costa el teletrabajo.
Angela Merkel, que el jueves realizará su último mensaje de felicitación de Año Nuevo como canciller, y los dirigentes de los 16 estados federados discutirán el 5 de enero por videoconferencia sobre una eventual prórroga de las medidas.
Las fiestas de fin de año también se verán reducidas a la mínima expresión: se prohibirán la venta de fuegos artificiales, que apasiona a numerosos alemanes, y las reuniones.
“Esta será probablemente la cena de Año Nuevo más tranquila que recuerde Alemania”, admitió Spahn, que describió una “época de contrastes, entre esperanza y gran sufrimiento”.
Alemania apuesta por una campaña dinámica de vacunación, empezando por los establecimientos de personas mayores, antes de que entren en acción grandes centros que puedan gestionar a diario la vacunación de varios miles de personas.
– “Más de 60.000” personas vacunadas –
No obstante, el gobierno se enfrenta a las críticas, pese al inicio el sábado de una campaña que permitió que ya se hayan vacunado más de 60.000 personas.
Bild, el diario más leído en Alemania, atacó especialmente al equipo de la canciller por haber “contado demasiado con la Unión Europea” para realizar el pedido de dosis y haber privilegiado solo la vacuna de Pfizer-BioNTech, en detrimento del producto de Moderna.
A falta de una reserva suficiente de dosis, el mayor centro de vacunación de Berlín cerró el martes tan solo dos días después de su apertura.
“Más de 60.000 alemanes ya fueron vacunados. El inicio de la vacunación fue un éxito”, defendió el ministro de Sanidad. “Sí, hay dificultades, pero la mayor campaña de vacunación de la historia comenzó con éxito”, insistió.
“No podemos convertir nuestra impaciencia en la medida de todas las cosas y arrebatarle la vacuna a los habitantes de las regiones más pobres del mundo”, abundó el presidente del Bundestag (el parlamento alemán), Wolfgang Schaüble.
Alemania cuenta, según Spahn, con un total de más de 130 millones de dosis de las vacunas BioNTech y de Moderna.
El ministro defiende rotundamente la “vía europea” de pedidos de los antídotos. “Cuando se dice que hacemos algo juntos, no me pongo a hacer algo solo por la espalda”.
Además, estima “justo e importante” el debate que está emergiendo en Alemania sobre eventuales privilegios otorgados en el futuro a las personas vacunadas, pero solo en los lugares privados como los restaurantes y bares.