Las quemas de masa vegetal, cada año, conllevan inconvenientes para la tierra y la salud. Regiones con mayor ocurrencia y recurrencia de quemas en el país: Los Santos, Coclé, Panamá (área metropolitana), Panamá Oeste, Chiriquí, Veraguas y Darién.
Irritación en los pulmones, inflamación, afectaciones al sistema inmunitario a las personas propensas a infecciones pulmonares, por ende, hace al ser humano más vulnerable a la COVID-19, son, entre otras, las afectaciones del humo, producto de los incendios forestales que, durante la época de verano, se acentúan en el país.
Helbecia Bonilla, jefa de riesgos ambientales de Mi ambiente, nos comentó que, a pesar de las advertencias que año tras año hacen las autoridades a nivel nacional con la finalidad de que se eviten las quemas, la población hace caso omiso, a sabiendas que el humo de los incendios, puede inflamar los pulmones y causar irritaciones.
Desde el mes de octubre del año pasado, Mi Ambiente se ha planificado para enfrentar las quemas que, generalmente, se dan durante la época de verano, con la preparación a los brigadistas, y, además, mencionó el lanzamiento de la campaña, “Solo la educación genera conciencia ambiental”, la cual está dirigida a las comunidades, para hacer cultura ambiental y sensibilizar a la población sobre el tema.
Reconoce que este asunto, desde siempre ha sido complejo, pero que Mi Ambiente cuenta con brigadas de funcionarios en todas las provincias, quienes, a su vez, reciben apoyo de las comunidades con brigadas de voluntarios, lo que hace que el riesgo sea doble, por el propio peligro de la actividad de incendio.
Porque combatir incendios, añadió, es una actividad peligrosa. Primero por las llamas y hay que tener conocimiento de su comportamiento y de la fauna que se alberga en estas áreas, porque cuando se ve amenazada va a salir de esos sectores. Los bomberos y voluntarios van a entrar y puede haber, inclusive, el riesgo que una serpiente los muerda.
Aparte de esto, la colaboradora de Mi Ambiente dijo que en el caso de la quema vegetal, combaten en horas nocturnas lo que conlleva a que el personal se pueda perder, como ha ocurrido en áreas como Darién, y ahora, el riesgo es doble debido a que está la covid-19 lo que la hace más compleja y peligrosa, “porque nadie sabe quién lo puede tener”.
En este sentido, Helbecia Bonilla pidió ayuda a la población para que sea “nuestro guardaparque, nuestros ojos y nos ayude a despertar conciencia en aquel que no sienta ese compromiso, ni con él, ni con el país, ni su entorno”.
“Las quemas causan daños al ambiente, al aire, lo contamina, colabora con el calentamiento global y, por ende, con el cambio climático, que es más acentuado”, precisó.
Mencionó como otros de los inconvenientes que las quemas de masa vegetal pueden ocasionar, la pérdida de la fertilidad del suelo con la alta temperatura del fuego en la tierra, que mata los microorganismos, hasta llegar un momento en que se hace improductivo, por eso, observó, se ve al campesino que deja ese terreno en descanso y se moviliza a otro, y espera a que el que dejó, se vuelva a recuperar, sin embargo, “el terreno que se prende todos los años, es un terreno totalmente improductivo”.
Entre las regiones con mayor ocurrencia y recurrencia de quemas en el país, detalló, están las provincias de Los Santos, Coclé, Panamá (área metropolitana), Panamá Oeste, Chiriquí, Veraguas y Darién.
Por el lado de flora y fauna, señaló que la afectación es grande, por la muerte de especies valiosas y porque el bosque se pierde.
En cuanto a las causas que se pueden señalar por este tipo de acciones, informó que son múltiples. Una de ellas, el ahorro en el pago de los peones para limpiar los predios, otra para hacer cacería en las áreas protegidas y debido a que son pirómanos, ya que hay gente que le gusta ver los movimientos de los bomberos y de los funcionarios de Mi Ambiente, escuchar las sirena, y otros por maldad, comentó la Jefa de de Riesgos Ambientales del Ministerio de Ambiente.
Detalló que, esta entidad, en su Ley Forestal, contempla los permisos de roza y quema, sin embargo, manifestó que el titular de Mi Ambiente, está interesado en que se hagan modificaciones a la norma, en vista que no se puede continuar quemando. “Porque la polución al ambiente, la afectación de la ayuda al calentamiento global, es difícil”, adicionó.
“El cambio climático es una realidad y llegó para quedarse y seguir quemando, para nosotros es perjudicial, porque la calidad de vida para los funcionarios se afecta grandemente. El suelo, la flora, la fauna, los bosques y el suelo de las personas que hacen agricultura de subsistencia, les cuesta cada año sacar la producción que anteriormente hacía, pero lamentablemente, la gente sigue quemando”, amplió Bonilla.
Reveló que Mi Ambiente “organiza todo tipo de lanzamiento, atiende y hace las coordinaciones necesarias cuando reciben el llamado de las regionales para pedir apoyo de otras instituciones, como a los bomberos y a las comunidades. Tiene un proyecto que prepara y equipa a personal voluntario para apoyarse en las labores de control y prevención”.
Riesgos Ambientales tiene presencia en todas las provincias. El personal hace el levantamiento de toda la información y estructura un expediente que se pasa a la oficina legal de cada provincia. Allí hacen el análisis, procesan y si consideran que amerita, lo elevan al Ministerio Público, porque en el nuevo Código Penal, que sufrió modificaciones en cuanto al delito ambiental, tiene un título sobre el delito contra el ambiente y el ordenamiento territorial y, a su vez, contra el delito contra los recursos naturales.
Especificó que, en su artículo 407 dice: “quien incendie masas vegetales, será sancionado con uno a 3 años de prisión o su equivalente a sus días multa o arresto los fines de semana. Y que se aumentará la pena, si el terreno queda infértil, si hay afectación del suelo, si es en un área protegida, cuenca hidrográfica, y si se hizo por recibir beneficio económico, negligencia, que hace más agravante el hecho”.
El Ministerio Público, a través de la DIJ, se encarga de hacer este tipo de investigaciones. Las denuncias se hacen al 311, en Mi Ambiente o la Policía Nacional, los bomberos, porque hay una comisión de incendio conformada por diversas entidades. Agregó que ahora, las personas en redes sociales, ponen estas denuncias para que se haga la investigación.