Las celebraciones salesianas se realizarán de forma virtual por la pandemia.
La fe es espiritual, así que, los creyentes, en esta pandemia, también optan por la tecnología para sus manifestaciones religiosas. Así será este año la celebración de los devotos de San Juan Bosco, “El padre, maestro y amigo de los jóvenes”, título que le otorgó el papa Juan Pablo II.
Muchos fieles se apersonaban a la Basílica Menor Don Bosco, ubicada en el corregimiento de Calidonia, a profesar su devoción. La procesión se destacaba por ser una de las peregrinaciones más concurridas, más bien, multitudinaria, al ser un santo de muchos seguidores. Se congregaban personas de todo el país, por tal motivo, el evento requería mucha logística por parte de los coordinadores y estamentos de seguridad. Su recorrido partía de la iglesia, luego pasaba por la Plaza 5 de mayo y Avenida Perú, hasta regresar nuevamente.
Miles de personas asistían para pedir favores y agradecer milagros. Muchos iban en delegaciones, otros de forma individual y algunos vestidos como el santo, para asistir a esta tradición. Mientras avanzaba la romería, las personas que estaban en las aceras se iban incorporando y la ferviente demostración de fe agregaba a su paso más adeptos.
Juan Melchor Bosco, era de origen italiano y su nombre real era Giovanni Melchiorre Bosco. Fue un sacerdote, maestro y escritor con un don destacado en la promoción de la educación, especialmente, entre niños y jóvenes pobres. Se entregó profundamente a difundir la palabra de Dios y fortalecer el espíritu de la gente. Falleció en 1888 y fue canonizado por el papa Pío XI el 1 de abril de 1934.
Este año, la solemnidad en celebración al 132 aniversario de la partida de San Juan Bosco, será presidida por monseñor José Domingo Ulloa Mendieta; y, al igual que la procesión, se transmitirá por canales virtuales.
Le preguntamos a Frank, un ferviente devoto de San Juan Bosco, quien también realizó sus estudios en el colegio Don Bosco, cómo se siente con respecto a que la celebración se efectúe virtualmente este año por la pandemia, y nos respondió: “¡Bien extraño! Saber que la fe, a la que regularmente acudes a confesar cada año, no podrás hacerlo así en esta ocasión y que debe ser como nos ha obligado esta pandemia, de “forma virtual”. A pesar de presentarse como una opción de procesión, siento que sigue siendo una forma muy fría de tener contacto espiritual. Espero que la situación mejore para lo restante del año”.
Muchos, al igual que Frank, echarán de menos los pañuelos blancos y fuegos artificiales que advertían la finalización del recorrido por los fieles con la imagen de este santo, pero, de seguro, no permitirán que las limitaciones por la pandemia obstruyan su fe. Tampoco se olvidarán los clamores que se oían a toda voz: “Don Bosco de Panamá, Panamá de Don Bosco”.