Agrupado en la emergente Unión Democrática Renovadora (UNAMOS), este movimiento político surgió a mediados de los años 90 conformado por opositores del gobernante Frente Sandinista (FSLN, izquierda) de Ortega.
La disidencia sandinista, opositora al gobierno del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, anunció este martes que presentó un recurso ante la justicia para revertir la Ley de Ciberdelitos, que castiga con cárcel a quienes difundan en redes sociales y medios de comunicación noticias que las autoridades consideren “falsas”.
El recurso por inconstitucionalidad fue interpuesto ante la Corte Suprema de Justicia, en Managua.
“Con esa ley, la dictadura de la familia Ortega (y su esposa, la vicepresidenta Rosario) Murillo continúa su campaña de persecución, asedio, hostigamiento, amenazas y judicialización de periodistas, comunicadores, ciudadanos y ciudadanas que hacen uso de su derecho de libre expresión y de libertad de prensa”, señaló en una nota de prensa la disidencia sandinista.
Agrupado en la emergente Unión Democrática Renovadora (UNAMOS), este movimiento político surgió a mediados de los años 90 conformado por opositores del gobernante Frente Sandinista (FSLN, izquierda) de Ortega.
En 2018, esta disidencia participó de las protestas que exigieron la salida de Ortega, quien ocupa la presidencia desde 2007.
Según UNAMOS, la Ley Especial de Ciberdelitos, que la oposición bautizó como “Ley Mordaza” y entró en vigencia el 30 de diciembre, violenta las “garantías, derechos y disposiciones constitucionales” de Nicaragua.
Afecta asimismo la “protección de datos personales”, destacó el grupo.
Esta ley castiga la “propagación de noticias falsas” con dos a cuatro años de prisión.
Si la “información tergiversada” perjudica el honor de una persona y su familia, la pena será de uno a tres años de cárcel, mientras que las publicaciones que “incitan al odio y la violencia”, recibirán de tres a cinco años de prisión.
“El objetivo de los Ortega-Murillo es silenciarnos (…) los nicaragüenses no estamos obligados a acatarla”, advirtió la disidencia sandinista, que en enero pasado decidió cambiar el nombre de la agrupación Movimiento de Renovación Sandinista (MRS, centroizquierda) a UNAMOS.
Este movimiento es parte de la opositora Coalición Nacional.
La vicepresidenta Murillo ha acusado en sus intervenciones diarias a los opositores de actuar con “odio” y fomentar “acciones criminales, terroristas y golpistas” para perjudicar la administración de Ortega, en el poder desde 2007.