La iglesia católica subraya que lo más grave es que estos hechos no son nuevos y piden a las autoridades dar a conocer la verdad.
Los albergues de inspiración católica, el Consejo de Pastoral Social-Cáritas, la Pastoral Familiar y Movimientos de Familia de la Iglesia Católica, en un comunicado indicaron que están convencidos de que el abuso físico, psicológico y sexual con la niñez y la adolescencia en las familias y en instituciones públicas y privadas, es un grave pecado social, además de un delito iffacional.
Expresan que, estos niños, niñas y adolescentes ya viven una tragedia por no contar con sus padres en un hogar estable. Indican que, revictimizarlos en su cuerpo, su mente y su espiritu mientras permanecen en las casas de acogida, resulta depravado y se constituye en un fuerte clamor al cielo y a toda la sociedad “Como Iglesia, reiteramos nuestra tolerancia cero ante estos actos abominables, y nos unimos a las voces que exigen sancionar con rigor a responsables”.
Lo más grave es que estos hechos no son nuevos. Han esta. pasando por lustros en nuestra sociedad, sin que se hiciese nada para enfrentar con valor y contundencia la situación.
“Sabemos que personas con intensiones malsanas se infiltran en lugares donde la niñez y la juventud es vulnerable. Por eso debemos como nación propiciar la reingenieria que haga posibles instituciones que garanticen mecanismos más estrictos para evitar que abusadores sexuales, traficantes, y gente del mal vivir, pu.an tener acceso a niños, niñas y adolescentes”.
En estos momentos se demanda de las autoridades dar a conocer la verdad de las acusaciones, y llevar adelante un proceso de investigación donde .be prevalecer la justicia y la transparencia, sin revictimizar a los niños, niñas y adolescentes que se encuentran protegidos en los hogares actualmente.
Es fácil pedir a otros que hagan la tarea. Como Iglesia, sin embargo, sabemos que no podemos mirar hacia otro lado. Por eso, con el interés de reforzar y a.cuar . centros y hogares de niñez y de ancianos inspirados por la doctrina católica, hemos establecido un equipo de acompañamiento permanente. Vivimos tiempos de una cultura que se ha acostumbrado a levantar las manos y decir ‘Me rindo”. La Iglesia, por inspiración de su Maestro, se ofrece a caminar junto a los niños, niñas y adolescentes —y sus cuida.res—, y pide a Dios la fortaleza necesaria para insistir en un mejor camino, y no dejados solos, aunque el viento sea contra.
Hacen un llamado a todos quien..n mostrado de diversas maneras su repudio a estas denuncias, para que nos unamos y podamos lograr una Politica de Estado de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes, especialmente los más vulnerables.
En todo este escándalo nos hemos concentrado en encontrar culp.les, pero pocos nos preguntamos qué ha sido de los niños y niñas abusados; dónde están las criaturas de casas certadas o suspendidas; cómo ayudamos a estos niños, niñas y adolescentes para que no sean víctimas otra vez.
La mirada de los pequeños debería ser siempre alegre y confiada; sin embargo, con frecuencia está llena de t.teza y miedo: ¡porque ya han visto y padecido demasiado en los pocos anos de su vida.
Demandan que, al abordar estas denuncias en los medios de comunicación y en las redes sociales,se haga pensando en buscar el bienestar de la niñez vulnerable, y no solo levantar escándalos. Que no sea aprovechada esta situación para atacar o desinformar, porque a veces sin querer estamos abriendo heñdas nuevas en estos niños, niñas y adolescentes.
“Impulsemos la revisión de las instituciones, no solo para atender las denuncias del maltrato y abuso, sino también para elevar la calidad de la atención, y así encontrar mecanismos de supervisión y programas actuales que permitan bienestar y desarrollo integral de la niñez y la juventud en estos centros o albergues”, solicitan.