La retirada de la enorme obra que estuvo en la entrada de la sede del Consejo de Seguridad de la ONU durante más de tres décadas para concienciar a los diplomáticos sobre los riesgos de la guerra, causó conmoción entre diplomáticos y altos funcionarios de la organización.
Estados Unidos no pedirá a la familia Rockefeller que devuelva un tapiz que representa el Guernica de Picasso a la ONU, de cuya sede fue recuperado la semana pasada, indicó este lunes el nuevo embajador de país ante la organización.
“Todo lo que puedo decir es agradecer a la Fundación Rockefeller por prestar un tapiz tan asombroso a las Naciones Unidas. No llamaré al hombre para discutir eso. Pero extrañaré verlo aquí”, dijo en una conferencia de prensa Linda Thomas-Greenfield, cuyo país preside el Consejo de Seguridad en marzo.
La retirada de la enorme obra que estuvo en la entrada de la sede del Consejo de Seguridad de la ONU durante más de tres décadas para concienciar a los diplomáticos sobre los riesgos de la guerra, causó conmoción entre diplomáticos y altos funcionarios de la organización, incluido el Secretario General, Antonio Guterres.
Thomas-Greenfield, designada por la administración de Joe Biden, fue consultada por AFP sobre si tenía la intención de conversar para hacerle reconsiderar su decisión con Nelson Rockefeller Junior, quien había procedido en febrero, por motivos desconocido, a retirar el tapiz.
El tapiz había sido cedido a la ONU en 1984. Fue encargado en 1955 por Nelson Rockefeller, el tapiz sobre la obra de Pablo Picasso y que representa el bombardeo de la ciudad de Guernica el 26 de abril de 1937 por la Alemania nazi y la Italia fascista, fue tejido por el taller francés Jacqueline de La Baume-Dürrbach.
Guterres lamentó la retirada del tapiz: “Es horrible, horrible”, le dijo a un reportero de la televisión CBS.
Para llenar el vacío, en un lugar estratégico de la sede, la secretaría de la ONU espera una feroz batalla entre los países miembros que quieran promocionar a sus artistas.
En 2018, el jefe de la ONU tuvo que intervenir personalmente con México y Sudáfrica, dos países que buscaron instalar en el mismo lugar del edificio, uno un gran cuadro, el otro una estatua de Nelson Mandela. México había ganado, Sudáfrica había obtenido el favor de colocar su estatua en la entrada principal de la ONU.