Todas las mujeres son valiosas y uno de sus atributos es el positivismo, por eso, en esta fecha especial, hemos dedicado este espacio para resaltar esa fortaleza que debe ser parte de todos los humanos.
No todas las mujeres son populares, pero, eso sí, todas son valiosas, y entre sus virtudes están hacer el día a día diferente y crear un entorno positivo.
A través de la historia, las mujeres han luchado por la igualdad, sin embargo, los dones que tienen, propios de ser mujer, no creo que se puedan asemejar.
Hoy celebramos a las mujeres -sin excepción- y aplaudimos, en especial, a aquellas que encuentran la luz en la más densa oscuridad; a aquellas que iluminan el mundo con su esperanza; a aquellas que se esfuerzan con optimismo; a aquellas para quienes no existen límites y realizan sus actividades de forma feliz, lo estén o no.
Ser positivas permite encontrar soluciones y es parte de la singularidad de ser mujer. Es importante una buena actitud a cómo se vea el mundo y lo que depara, para lograr resultados favorables en forjar lo que deseamos, y así transmitirlo a los demás.
Vivamos con alegría, amigas, sumaremos a nuestras vidas cosas mejores. El mundo, ahora más que nunca, necesita de gente entusiasta por alcanzar sus metas, pero esa actitud ya es parte de ti, mujer. Si hoy te hace falta, rescátala.
Hemos demostrado que podemos conseguir lo que nos propongamos y que tenemos capacidad física y emocional, pero, hay algo más, tenemos un poder importante, nuestra sonrisa.
El libro “Piense positivamente”, de Susan Quilliam, destaca: “Pensar positivamente significa que usted entienda los problemas de una manera que le permita mantener la motivación, ser capaz de actuar y sentirse bien con lo que está haciendo”.
Dalquis está todos los días desde las 4:00 de la mañana vendiendo periódicos y compartiendo a su clientela el entusiasmo que la caracteriza, y es muy querida en la peatonal de la Avenida Central.
Carmen, siempre atenta y pulcra, vende frutas en Santa Ana, por ello, su puesto es uno de los preferidos.
María, trabaja en un pequeño restaurante, está siempre jubilosa y ofrece un trato cálido a los comensales, tiene muchos y fijos.
Neila y Deborah son mujeres incansables, trabajadoras admirables, que siempre están sonrientes bajo la lluvia y el sol, ayudándonos a mantener la higiene de nuestra ciudad.
Y hay muchas mujeres valerosas y orgullosas, a quienes festejar en este día, entregadas de alma y corazón a lo que hacen, sin escatimar esfuerzos.
A ti, mujer digna de pensamiento positivo, felicidades.