El Banco Central Europeo (BCE) decidirá durante el verano boreal si se lanza a la creación de un euro digital, y uno de cuyos mayores retos será respetar la protección de datos y la privacidad de los ciudadanos, declaró este miércoles un alto funcionario del BCE.
La moneda digital para la zona euro “solamente será un éxito” si responde a las “necesidades y expectativas de los europeos”, indicó Fabio Panetta, miembro del directorio del BCE, durante una sesión virtual del Parlamento europeo.
En este contexto, el BCE publicó este miércoles los resultados de un sondeo antes de decidir el eventual lanzamiento de una “etapa formal de examen” del euro digital, la que durará “casi dos años”.
La etapa siguiente, la de creación del euro digital, tomaría aún “algunos años más”, indicó Panetta.
El público y los profesionales encuestados esperan de la moneda digital la confidencialidad en primer lugar (43%), seguida de la seguridad (18%), la capacidad de pago con ésta en la zona euro (11%), la ausencia de gastos adicionales (9%) y la posibilidad de pagar por fuera de internet (8%), de acuerdo a lo revelado por esta encuesta.
Un euro digital “reforzaría la privacidad en los pagos digitales”, afirmó Panetta.
En tanto institución independiente, el BCE “no tendrá ningún interés en monetizar ni recoger datos respecto a los pagos de los usuarios”, aseguró el funcionario.
En cualquier caso, el BCE afirma que no dejará de emitir moneda en efectivo que garantice los pagos anónimos, sobre todo entre particulares, y que permanezcan disponibles junto a un euro digital.
Pero si el respeto a la privacidad es la cuestión, dos de cada cinco preguntados también desean que haya transparencia en las transacciones con euros digitales con el objetivo de prevenir riesgos como el lavado de dinero y financiación del terrorismo.
Sobre las más de 8.200 respuestas al cuestionario, nueve sobre diez fueron de particulares, el 87% de los cuales hombres, y 460 de empresas y profesionales del sector de pagos.
Casi la mitad de las respuestas se concentró en Alemania (47%), seguida por Italia (15%) y Francia (11%).