Joe Biden y el jefe de gobierno japonés, Yoshihide Suga, el primer dirigente extranjero recibido en Washington por el nuevo presidente estadounidense, se comprometieron el viernes a enfrentar “juntos” los “desafíos” planteados por China.
“Estamos decididos a trabajar juntos para enfrentar los desafíos planteados por China y en problemas como el Mar de China Oriental, el Mar de China Meridional, pero también Corea del Norte”, dijo el presidente demócrata durante una conferencia de prensa conjunta en el Rosedal de la Casa Blanca.
“Estamos trabajando juntos para demostrar que las democracias pueden ganar los desafíos del siglo XXI aportando resultados para sus pueblos”, afirmó, reiterando su leitmotiv de un enfrentamiento ideológico contra las “autocracias”.
Coincidiendo con Biden, el jefe del gobierno japonés habló de una alianza entre ambos países fundada en “la libertad, la democracia y los derechos humanos”.
Aseguró igualmente que ambos aliados se opondrán a “toda tentativa” china de “cambiar el statu quo por la fuerza o la intimidación en los mares de China Meridional y Oriental”.
La elección del líder japonés como primer invitado distinguido en Washington no es azarosa: refleja la prioridad que el nuevo mandatario estadounidense da a los aliados más cercanos de Estados Unidos, fundamentalmente en Asia, escenario de la competencia con el mayor adversario estratégico de Washington.
Deseoso de presentar avances tangibles, el presidente de Estados Unidos dijo que trabajaría con Tokio para “promover redes 5G confiables y seguras”. En un comunicado conjunto los gobiernos luego precisaron que se trata de un compromiso de 2.500 millones de dólares del lado estadounidense y 2.000 millones de dólares asumidos por Japón.
El expresidente Donald Trump lanzó una campaña para presionar a varios países a que renuncien a utilizar los equipos del gigante chino Huawei, que se ha consolidado como líder en el despliegue de la quinta generación de redes móviles.
Biden, que parece decidido a continuar esa ofensiva, afirmó que las tecnologías ubicadas en el centro de la competencia global están “gobernadas por estándares establecidos por las democracias, no por las autocracias”.
– La cuestión de Taiwán –
Los dos líderes también discutieron sobre las crecientes tensiones sobre Taiwán, que denuncia acciones cada vez más hostiles por parte de Pekín; y sobre la estrategia hacia Corea del Norte, que el presidente estadounidense prevé revelar próximamente.
En el comunicado conjunto, subrayaron “la importancia de la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán. Aunque expresada con mesura, es la primera vez que un dirigente japonés emite una declaración común con un mandatario estadounidense sobre Taiwán desde que los dos aliados reconocieron a Pekín por encima de Taipéi, en los años 1970.
La embajada de China en Estados Unidos manifestó este sábado en un comunicado su “fuerte descontento” tras esos comentarios que afectan intereses fundamentales de Pekín, que no tolerará “ninguna injerencia” en sus asuntos internos.
“No puede ser más irónico que un intento de este tipo de atizar la división en (la región) Asia-Pacífico y construir pequeños bloques dirigidos contra países terceros sea presentado como ‘la libertad y la apertura”, señaló la embajada en referencia a la voluntad estadounidense de construir una “región indo-pacífica libre y abierta”.
– “Desafíos fundamentales” –
Según un alto funcionario del gobierno de Biden, la retirada de Estados Unidos de Afganistán, anunciada esta semana, “liberará tiempo, atención y recursos” para centrarse en “los desafíos fundamentales del siglo XXI, que se encuentran en la región indo-pacífica”.
La Casa Blanca saludó que Suga haya “anunciado que se plegará a Estados Unidos para revelar un nuevo objetivo” de reducción de las emisiones de gases con efecto invernadero antes de la gran cumbre climática virtual que Biden organizará en una semana.
El primer ministro japonés reiteró finalmente su “determinación” de organizar los Juegos Olímpicos “este verano” boreal en Tokio, en momentos en que la persistencia de la pandemia de covid-19 ha reavivado las especulaciones sobre una nueva cancelación de la cita.
Suga debió, sin embargo, explicar a su interlocutor sus reservas sobre el intento de los estadounidenses de involucrar a Japón más francamente en su confrontación con China, ya que la economía japonesa todavía depende en gran medida del comercio con Pekín.
Tokio se ha abstenido así en los últimos meses de sumarse a las sanciones estadounidenses contra la represión de los musulmanes uigures por parte de las autoridades chinas.
Según Michael Green, exasesor del expresidente George W. Bush sobre Asia y actual vicepresidente del Centro para los Estudios Estratégicos e Internacionales, “la administración Biden está preocupada por la creciente agresividad de China y el terreno perdido por Estados Unidos en la región en los últimos años, y por ello quiere “recuperar rápidamente el tiempo perdido”.
Japón, por su parte, quiere seguir metódicamente una estrategia más cautelosa. “Así que hay algunos matices en la manifestación pública de sus posiciones, pero en general van en la misma dirección”, evaluó.