La estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) adquirió el total de las acciones de una refinería que opera en sociedad con la gigante petrolera anglo-holandesa Shell en el estado de Texas, Estados Unidos, anunció este lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Tengo el gusto (…) de informarles que Pemex compró las acciones de la refinería Deer Park de Houston de la empresa Shell. Se compró el 50% de las acciones porque el otro 50% ya era de Pemex”, dijo el mandatario de izquierda en un vídeo difundido en sus redes sociales.
La adquisición pactada en 596 millones de dólares aún debe recibir el visto bueno de las autoridades regulatorias estadounidenses para dar paso a la transacción prevista para el último trimestre del año, detalló Pemex en un comunicado.
“Estamos hablando de alrededor de 12.000 millones de pesos (mexicanos). No crédito, no deuda, sino de los ahorros por no permitir la corrupción, por hacer un gobierno honesto y austero sin lujos”, añadió López Obrador sobre el origen de los recursos para la compra.
La decisión forma parte de la nueva política de negocios de Pemex planteada por el gobierno de López Obrador, que apunta a producir en el corto plazo todas las gasolinas y combustibles que demanda el país.
Con este objetivo, la actual administración está rehabilitando las seis refinerías ya existentes, está construyendo una nueva en Dos Bocas, en el estado de Tabasco (sureste), y asumirá el control total de Deer Park, capaz de procesar 340.000 barriles diarios de crudo.
“Recibimos seis refinerías y vamos a entregar ocho. (…) Pemex va a procesar todo el petróleo crudo, lo va a convertir en gasolinas, en diésel, vamos a ser autosuficientes, esto para 2023”, afirmó López Obrador.
Con este plan, Pemex aspira a producir 1,36 millones de barriles diarios para abastecer la demanda local, añade el comunicado de la estatal.
Pemex, un antigua empresa monopólica sobre la que pesa una enorme deuda de más de 100.000 millones de dólares, redujo sus pérdidas financieras en el primer trimestre de este año gracias a un incremento de sus ventas y a la apreciación del peso mexicano contra el dólar.
Desde 2018, el gobierno de López Obrador ha inyectado unos 10.000 millones de dólares para tratar de aliviar las finanzas de la compañía, a la que considera un baluarte de la soberanía nacional.