El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, terminó el miércoles en Jordania, donde se entrevistó con el rey Abdalá II, una gira por Medio Oriente que buscaba consolidar el alto el fuego entre Israel y el movimiento palestino Hamás.
El diplomático estadounidense se reunió más temprano el miércoles con el presidente egipcio Abdel Fatah al Sisi, cuyo país ha desempeñado un papel clave para silenciar las armas en Gaza, antes de volar a Jordania, donde la mitad de los 10 millones de habitantes tienen orígenes palestinos.
“El cese del fuego era importante”, subrayó Blinken a los periodistas luego de su encuentro con el rey jordano. “Pero vemos el cese del fuego no como un fin, sino como el inicio de algo que debe construirse”, dijo.
“Nuestras entrevistas hoy en El Cairo y en Amán, de hecho todo este viaje, reflejan una realidad fundamental”, agregó. “Si nosotros queremos evitar el regreso a la violencia de las últimas semanas, los países de la región deberán ayudarse y apoyarse”, dijo.
Por su lado, Abdalá II subrayó en un comunicado del Palacio real “la necesidad de preservar el estatuto histórico y jurídico de Jerusalén y no afectar sus lugares santos”, administrados por Jordania, país ligado por un tratado de paz con Israel y donde la mitad de los 10 millones de habitantes son de origen palestino.
La reunión anterior con el presidente egipcio Sisi duró aproximadamente una hora y media. Estuvieron presentes Sameh Shukri, ministro de Relaciones Exteriores, y Abas Kamel, jefe de los servicios de inteligencia egipcios (GIS), que desempeñaron un papel activo pero discreto en las negociaciones.
Antes de partir hacia Egipto, Blinken se reunió con el presidente israelí, Reuven Rivlin, a quien felicitó en Twitter por su “promoción de la coexistencia, la tolerancia y la paz”.
Blinken confirmó en un comunicado que Estados Unidos está “en proceso de proporcionar” más de 360 millones de dólares en ayuda a los palestinos, incluidos 38 millones de dólares en ayuda humanitaria.
Catar anunció por su lado el miércoles que otorgaría una ayuda de 500 millones de dólares para la reconstrucción del enclave palestino.
– Ayuda económica –
Blinken también dijo que está “trabajando con el Congreso de Estados Unidos” para proporcionar 75 millones de dólares en ayuda económica y de desarrollo. Está prevista además una ayuda de emergencia de 5,5 millones de dólares para la Franja de Gaza, gravemente afectada por los bombardeos israelíes.
El empobrecido y densamente poblado enclave lleva casi 15 años bajo un estricto bloqueo israelí y está gobernado por Hamás.
El jefe de la oficina política de Hamás en Gaza, Yahya Sinouar, aseguró el miércoles que “ningún céntimo” de la ayuda internacional sería desviado.
La ayuda no debe ir a este movimiento islamista, “que no ha traído más que miseria y desesperación a Gaza”, había afirmado Blinken, quien se entrevistó el martes con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en Jerusalén, y luego con el presidente palestino, Mahmud Abas, en Ramala.
En esas discusiones, aseguró que quería “reconstruir” la relación de Estados Unidos con los palestinos, reconociendo el “derecho” de Israel a defenderse.
Blinken dijo también que era “posible reanudar los esfuerzos para alcanzar una solución de dos Estados”, israelí y palestino, que Donald Trump había dejado de lado.
Del 10 al 21 de mayo, 254 palestinos murieron por ataques israelíes en la Franja de Gaza, entre ellos combatientes y 66 niños, según las autoridades locales. En Israel, el lanzamiento de cohetes desde Gaza mató a 12 personas, entre ellas un niño, una adolescente y un soldado, según la policía.
– Potencia regional –
Egipto, el primer país árabe que firmó un tratado de paz con Israel en 1979, mantiene relaciones tanto con Israel como con Hamás, un movimiento islamista considerado “terrorista” por Israel, la Unión Europea y Estados Unidos.
Los mediadores egipcios, presentes tanto en el lado israelí como palestino, trabajan para consolidar un alto el fuego que no incluye ninguna condición para el cese de las hostilidades ni establece ningún plan para la reconstrucción de Gaza.
Con su mediación, Egipto pretende recuperar su histórico papel regional. El alto el fuego del viernes es una victoria diplomática para el gobierno de Sisi, más acostumbrado a recibir críticas por la situación de los derechos humanos en su país.
En 2014, el gobierno egipcio ya hizo posible el alto el fuego tras la sangrienta guerra de varias semanas entre Israel y Hamás.