El 5 de junio es el Día Mundial del Medio Ambiente, establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y puesto en marcha en 1974.
El Día Mundial del Medio Ambiente se instauró con el fin de contribuir a crear conciencia sobre la necesidad de protegerlo y mejorarlo. Desde 1974, cuando lo estableció la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se celebra el 5 de junio, con la participación de las entidades y población, pero esta sinergia debe ir más allá de las actividades de conmemoración.
Definitivamente que, en esta fecha no podemos dejar de pensar en las imágenes que hemos visto recientemente de las calles de nuestro país repletas de basura, como en competencia por sector. Los niveles de generación de los residuos sólidos rebosaron y fue extrañada la importante labor del personal encargado de la recolección. La situación se convirtió en un verdadero caos; pero, eso no fue todo, también fue evidente nuestro mal manejo de los desechos.
La basura es un grave desafío ambiental. Los residuos contaminan el suelo, el aire y las aguas superficiales y subterráneas, lo que ocasiona muchos inconvenientes a los seres humanos, especies y ecosistema.
En Panamá, 4 mil 372 toneladas de basura son producidas diariamente. De estos desechos, el 42% está mal dispuesto, según información de Sumarse.
De acuerdo a la Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario (AAUD), se realiza “un mega operativo, de forma simultánea, luego que se reanudaran los trabajos de recolección”.
Los camiones y el personal recolector han unido esfuerzos para lograr limpiar la ciudad, pero se necesita más: Hace falta redoblar nuestra gestión para disminuir los desperdicios y modificar nuestro comportamientos y hábitos, lo cual hace referencia a individuos y empresas. No es completa la responsabilidad de la entidad que lo maneja o quien se especule deba manejarlos, es de todos.
Información de la AAUD señala que, “a diferencia de otros sectores, el área de Panamá Centro es la que más basura genera por la concentración de comercios y circulación de personas. Además de la conformación de edificios habitacionales que requieren uso de tinaqueras”.
De acuerdo a la afirmación, de los que ocupan esas áreas, se supone un alto compromiso. Si cada uno realizáramos nuestra parte, ayudaríamos a reducir el impacto, no solo en nuestra ciudad, sino en el planeta.
Milciades Concepción, ministro de Ambiente, había señalado que “existe una responsabilidad compartida para eliminar la basura marina y terrestre”, y, sin duda, es así.
En tanto, maneje de forma adecuada los residuos. Reduzca, recicle y reúse. Y, por favor, coloque la basura en bolsas plásticas y en su lugar, ya que hablar de basura es hablar de enfermedades.