China aprobó una ley este jueves contra las sanciones extranjeras, en un intento de Pekín de protegerse contra la creciente presión de Estados Unidos y la Unión Europea por su política comercial y de derechos humanos.
Pekín ha acusado a Estados Unidos de “aplastar” compañías chinas y expresó amenazas veladas en respuesta después de que el presidente Joe Biden ampliara, la semana pasada, una lista negra de compañías en las que los estadounidenses tienen prohibido invertir.
La ley incluye contramedidas como “rechazar visados, denegar la entrada, deportación […] y sellar, incautar y congelar propiedades de individuos o empresas que adhieran a las sanciones extranjeras contra empresas u oficiales chinos”, según el texto publicado por el Comité permanente del Congreso Nacional Popular, el máximo órgano legislativo de China.
Las restricciones podrán aplicarse a familiares de individuos caídos en desgracia en China.
El gobierno chino lleva tiempo quejándose de que el derecho estadounidense se aplique extraterritorialmente a través de sanciones y restricciones comerciales.
En los últimos meses, Biden ha intensificado las críticas contra China, tanto por casos de robo de propiedad intelectual como por supuestas violaciones de derechos humanos en Hong Kong y contra la minoría musulmana uigur en Xinjiang.
En la lista negra de la Casa Blanca figuran 59 empresas chinas, acusadas de apoyar las actividades militares de Pekín.
Entre estas, se encuentra la gran empresa de telecomunicaciones China Mobile, la compañía de videovigilancia Hikvision y el grupo petrolero chino CNOOC.
El nuevo texto contra las sanciones extranjeras también permite que los tribunales del país sancionen a empresas que cumplan con aquellas leyes extranjeras que atenten contra intereses nacionales, lo que pone en peligro a las multinacionales que se adapten a las sanciones estadounidenses.
Además, la ley estipula que las empresas o personas en China no necesitan someterse a las restricciones extranjeras.