Las empresas del mundo tienen la responsabilidad de respetar los derechos humanos en las mismas y actividades que se realizan en ellas, lo cual se sintetiza en proteger, respetar y remediar, que son sus pilares.
Los principios rectores de las Naciones Unidas sobre las Empresas y Derechos Humanos cumplieron 10 años, el 16 de junio.
Con respecto al aniversario de su aprobación, el Pacto Mundial explicó que, “hasta su nacimiento, el papel de garante de los derechos humanos había correspondido únicamente a los países. Sin embargo, ante el auge de la globalización se hacía necesario regular el respeto de los derechos humanos por parte del resto de actores, principalmente por parte de las empresas, cuyos negocios tienen influencia a nivel internacional y amplias repercusiones sobre los derechos humanos”.
Las empresas del mundo tienen la responsabilidad de respetar los derechos humanos en las mismas, así como las actividades que se realizan en ellas, lo cual se sintetiza en proteger, respetar y remediar, que son sus pilares.
Los principios “proporcionan un marco global para prevenir y abordar el riesgo de impactos adversos sobre los derechos humanos vinculados a la actividad empresarial”. Facilitan herramientas para cumplir con el respeto a estos y también para medir el progreso de las empresas.
También se les llama Principios Ruggie, debido a que John Ruggie, representante Especial del secretario general de la ONU, fue el autor de los mismos.
“El COVID-19 ha tenido un impacto devastador en nuestro mundo, pero la pandemia también ofrece una oportunidad única para reconstruir mejor. Junto con la actual oleada de nuevas leyes que exigen la diligencia debida en materia de derechos humanos por parte de las empresas y con un mayor número de inversores que se despiertan a los factores ambientales, sociales y de gobernanza (ASG), existen oportunidades de progreso en medio de las numerosas crisis mundiales”, se explicó.
Los principios aprobados en el 2011 por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, organismo encargado de fortalecer la promoción y fomento de los derechos humanos en todo el mundo, han tenido importantes avances.
La ONU señala que, “todos los actores involucrados deben desempeñar su papel para hacer avanzar este tema, incluidos los organismos que ejercen influencia y promueven una conducta empresarial responsable, para hacer que la preocupación por los derechos humanos sea una práctica habitual en la cultura corporativa.”
Aumentan las empresas que se comprometen con los derechos humanos, pero falta en este desafío. Precisamente para ello son de utilidad los lineamientos. Es de esperar que se acojan más, cada vez, pero de forma auténtica en esta responsabilidad.