El viernes, los obispos estadounidenses acordaron redactar una declaración sobre el significado de la sagrada comunión que podría usarse para negar ese sacramento al líder estadounidense.
El presidente Joe Biden fue a la iglesia ayer sábado en su ciudad natal, un día después de que los obispos católicos de Estados Unidos le desafiaran por su apoyo al derecho al aborto.
El mandatario y la primera dama Jill Biden pasaron un tiempo en la iglesia St. Joseph on the Brandywine, de Wilmington, Delaware.
También visitaron el cementerio de la iglesia, donde están enterrados la primera esposa del presidente, Neilia, su hijo Beau y su hija pequeña, Naomi.
En 2019, un sacerdote de una iglesia católica de Carolina del Sur rechazó la sagrada comunión a Biden debido a su postura sobre el aborto.
El Catholic News Service informó en mayo que el Vaticano había advertido a los obispos estadounidenses que procedieran con cautela con políticas diseñadas “para abordar la situación de los católicos en cargos públicos que apoyan la legislación que permite el aborto, la eutanasia u otros males morales”.