Del 21 al 24 de junio se conmemora la Fiesta de la Música, una celebración internacional, originada en Francia, que se ha extendido de manera considerable desde 1982, para que las personas disfruten de este arte de una manera compartida.
En el marco de las actividades que a nivel mundial se realizan del 21 al 24 de junio, en ocasión a “La Fiesta de la Música”, que, originalmente, empezó en Europa, específicamente en Francia, nos unimos a celebrarla.
Son tantos los beneficios que aporta la música al ser humano y como expresión cultural, que vale la pena sumarse a la festividad para conmemorar su día central, el 21 de junio.
Esta es una fiesta internacional que se ha extendido de manera considerable desde 1982, para que las personas disfruten de este arte de una manera compartida. Sin embargo, en estos momentos, por las circunstancias que vivimos, no es posible replicarlo como en aquellos tiempos en que las personas se volcaban a las calles.
La música tiene muchas bondades. De acuerdo a estudios, escucharla favorece “el bienestar en general, ayuda a regular las emociones, y crear felicidad y relajación en la vida diaria”. Otras investigaciones señalan que, “cuando una persona escucha música de su agrado, el cerebro libera una sustancia química llamada dopamina que tiene efectos positivos en el estado de ánimo”.
Además, nos lleva a sentir experiencias positivas, a soñar, pensar, divertirnos y crear; puede provocarnos paz, felicidad y otras emociones; y nos permite transmitir pensamientos, opiniones y sentimientos.
La combinación adecuada de los sonidos tiene excelentes efectos, entre los que se encuentran: crear un ambiente positivo, estimular el cerebro, reducir el estrés y ansiedad, ayudar a la meditación, contribuir con el desarrollo cognitivo y dar sensación de energía y vitalidad.
El arte de la música, a través de la experiencia visual y auditiva, con sus sonidos vocales e instrumentales, logra provocar reacciones “tremendamente” maravillosas, y ni hablar de su valor cultural.
Por eso, esta vez, exaltamos a la música en sus múltiples finalidades, a la pasión de sus intérpretes y a quienes contribuyen a impulsarla.
Hoy conversamos con Fred Núñez, baterista, amante de este arte, quien forma parte de un grupo que se ha convertido en agente multiplicador de música que construye y enaltece los sentidos, con el convencimiento de su importancia en el desarrollo y su influencia en el fortalecimiento de valores y formación de la identidad.
ENS. ¿Cómo empezó usted en la música?
Entrevistado. En la música, empecé escuchándola por radio, en casa y en el bus, me encantaba. De allí, mi hermano tenía unos bolillos de redoblante y comencé a practicar unos ritmos y más adelante me inscribí en una academia.
ENS. ¿Cuál es su preferencia musical y por qué?
Entrevistado. Mis preferencias musicales son la música pop, rock y orquestal. Me gustan por su estructura y composición musical.
ENS. ¿Qué es la música para usted?
Entrevistado. La música para mí es un medio para crecer, expresar y edificar.
ENS. Cuéntenos sobre la orquesta a que pertenece.
Entrevistado. Formo parte de la Orquesta Bíblica Panamá. La misma es una orquesta cristiana. La conforman niños, jóvenes y adultos. Actualmente tenemos una membresía de 7 a 14 músicos, entre los cuales hay músicos de planta y músicos invitados.
Tenemos un administrador, que es mi persona, Fred Núñez; y el director musical, que es Israel Caballero.
Lo que está haciendo la orquesta es enseñar conceptos básicos de música, a través de nuestra “escuelita” y estamos haciendo presentaciones a nivel de iglesia local y general con músicos invitados en categoría de conciertos.
Los objetivos de la orquesta son los de transmitir valores y enseñar la Palabra de Dios.
ENS. ¿A qué retos se enfrenta en su proyecto como músico en la actualidad?
Entrevistado. Los desafíos que se pueden presentar para nosotros como orquesta y músicos son: Cómo reinventarnos en esta pandemia para poder presentarnos y cuidar las disposiciones establecidas por el Ministerio de Salud (MINSA). Cómo evolucionamos al mundo cada vez más tecnológico. Cómo desarrollamos la cultura orquestal a nivel de Panamá, que se animen las personas a ver las presentaciones orquestales. Y el aspecto económico, para pagar a profesores en la escuela, comprar instrumentos y alquiler de locales para presentarnos.
ENS. ¿Qué recomendaciones les daría a las personas para que se eduquen en la música?
Entrevistado. Para educarnos en la música, pienso que tenemos que verla como arte, como una forma de expresar y transmitir. Los adultos, animarnos a ir a presentaciones orquestales, como la Sinfónica de Panamá y otras que hay, a veces son sin costo. Que los padres animen a sus niños desde temprana edad a que estudien música, a inscribirlos en una academia, y que ellos se animen a tocar “x” instrumento. Así contribuiríamos a que la cultura de Panamá crezca, no solo a nivel de las bandas que vemos en las escuelas, sino, también, llevarla a otro punto, a un nivel orquestal.
ENS. ¿Cuáles son sus planes con respecto a la música?
Entrevistado. Mis planes actuales, primero Dios, sería seguir creciendo musicalmente y consolidar un buen grupo orquestal.
La música influye mucho en la conducta de los niños, jóvenes y adultos, y es un buen recurso para la formación de valores y motivación.
Entre las razones para estudiar música se plantean: Aprender a pensar de forma creativa; conocer la importancia y resultados del esfuerzo; influye en la conducta e identidad; dependiendo de su selección, transmite valores y positividad; fomenta la perseverancia, organización y puntualidad; y contribuye a conocer a los demás y su cultura.
No en vano dicen: “La música es la banda sonora de la vida”. ¡Cante, ría, toque un instrumento y sea feliz! Y, si va a escuchar, procure que sea un tema que le haga bien, que le armonice el alma.
¡Feliz Fiesta de la Música!
