El enorme recorrido de una manada de elefantes por el sur de China cautivó al mundo con su gracioso jugueteo y puso de relieve la pérdida de su hábitat y los desafíos de su conservación.
Los paquidermos han recorrido cerca de 500 km desde su hogar, en una de las migraciones más extensas para este tipo de animal registradas en China.
Los científicos intentan entender lo que llevó a los elefantes a dejar su hogar en la Reserva Natural Nacional de Xishuangbanna, en la frontera con Laos.
Desde que comenzaron en la primavera boreal del año pasado, han arrasado negocios y pisoteado cosechas valoradas en un millón de dólares, y miles de residentes han sido evacuados de su camino.
“Por alguna razón, estos elefantes sintieron que su hogar tradicional ya no era adecuado (…) y simplemente partieron a buscar otro lugar”, dijo a AFP Ahimsa Campos-Arceiz, especialista en elefantes del Jardín Botánico Tropical Xishuangbanna.
“No tienen un destino definido, simplemente deambulan en busca de un lugar que les sirva”, agregó.
Las autoridades han rastreado a la manada con drones a toda hora, ante el temor de que desaten una embestida si se estresan.
Los elefantes dependen del sonido ultrasónico -la vibración de sus pies- para comunicarse, pero en las ciudades se pueden confundir por los ruidos de los vehículos.
“Lo que más me ha sorprendido es que estos elefantes son muy saludables y se ven contentos pese a rondar en zonas densamente pobladas y desconocidas”, agregó Campos-Arceiz.
“Estos elefantes son muy juguetones, lo que me dice que están bien”, agregó el investigador.
– Destrucción de bosque –
Los bosques en la provincia suroccidental de Yunnan, de donde salieron los elefantes, han sido derribados para plantar caucho y té, dejando a los paquidermos atrapados en reservas aisladas.
China es uno de los pocos lugares del mundo donde crece la población de elefantes asiáticos, en peligro de extinción, debido a las estrictas leyes contra su explotación y los esfuerzos de conservación.
La cantidad de elefantes en el país se duplicó a más de 300 en los últimos 30 años.
Pero su hábitat ha disminuido en casi dos terceras partes en el mismo período, dijo Zhang Li, profesor de ecología en la Universidad Normal de Pekín.
La fragmentación de los hábitat por la construcción de plantas hidroeléctricas y carreteras que cortan las rutas migratorias, dificultan el apareamiento y socialización de los elefantes.
La destrucción de bosques también provocó un repunte en los conflictos entre elefantes y pobladores en los últimos años en la región.
De 2013 a 2019, más de 70 personas han muerto pisoteadas y decenas han sido heridas por elefantes en Yunnan, según datos de la oficina de vida silvestre.
– Tarea descomunal –
Pero los científicos no tienen certeza de que el paisaje cambiante haya provocado la migración de la manada, que se volvió famosa en redes sociales.
Sus seguidores acompañan los videos que muestran a la matriarca salvando a su cachorro de una alcantarilla, y otro donde los elefantes hacen fila para tomar agua en un patio, luego de que uno de ellos usó su trompa para abrir la llave.
La televisión estatal mantiene una transmisión de video en vivo 24 horas al día para seguir los movimientos de los 15 animales, incluidos dos cachorros nacidos en el camino.
Los elefantes no dan señal de que vayan a regresar o asentarse en un sitio nuevo, por lo que los intentos de las autoridades de vida silvestre por dirigirlos a algún punto podría ser peligroso.
Usar cargas de piñas o caña de azúcar para atraerlos podría domesticar irreversiblemente a la manada.
“Es como acostumbrar a un niño a comer azúcar”, comentó Wang Hongxin de la Universidad Normal de Pekín.
Durante sus evaluaciones del hábitat de los elefantes en Yunnan, Wang ha visto cómo las “cafeterías para elefantes” creadas con la siembra de maíz, bambú y banana silvestre para disuadir a los paquidermos de invadir cultivos, ha cambiado su dieta, dejándolos más propensos a enfermedades.
“La actual marcha expone las amenazas que enfrentan los elefantes asiáticos”, agregó Wang, quien advirtió que los conflictos podrían agravarse si se sigue reduciendo su hábitat.
“Los humanos deben retirarse y dejar que la tierra vuelva a la vida silvestre”, urgió.