“Si nosotros nos atrincheramos en normas que no están conectadas con el futuro, podemos cometer un gran error, que puede, inclusive, afectar a los trabajadores”, Rubén M. Castillo Gill.
La posición del movimiento sindical en cuanto la posibilidad de realizar algún tipo de modificación al Código de Trabajo es rechazada, por cuanto, sostienen “hay que mantener unas relaciones justas y humanas”, y hoy, hay que mantenerlas “haya o no pandemia”.
Nelva Reyes, en representación del Consejo Nacional de Trabajadores Organizados (Conato), expuso esta posición durante el foro organizado por el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CoNEP) e hizo referencia al crecimiento económico del país en décadas pasadas, que no implican modificaciones a la ley laboral y a las luchas del movimiento por mantener relaciones laborales justas y humanas.
En tanto que el abogado, Rubén M. Castillo Gill, en representación del sector privado, hizo una relación a los cambios que se han dado a nivel global, los cuales se aceleraron con la llegada de la pandemia de la Covid-19, y dijo que, hay condicionantes internacionales que indican que hay que hacer ajustes legislativos en algunas materias, como el laboral, y ejemplariza, el caso de la inteligencia artificial.
Dijo que el 41% de las empresas se están ajustando a esa tendencia mundial, porque los cambios tecnológicos inciden mucho en nuestra legislación, y recordó que la pandemia, hizo aflorar muchas deficiencias en Panamá en el manejo de la realidad, por ejemplo, en el tema educativo.
“Nos damos cuenta que muchas legislaciones no se compaginan con el futuro y este llegó en circunstancias difíciles, y, al menos, hay que ponerse de acuerdo en algunos cambios parciales, que se den un periodo de tiempo para reactivar la economía”, señaló el abogado.
Apuntó como ejemplo, con un 20% del desempleo cómo hacer para combatirlo y para emplear a más trabajadores, y precisó, habría que hacer cambios temporales para enfrentar ese mal que afecta a la empresa privada y a los trabajadores, porque dijo “cambios no significa precarizar la actividad laboral, sino ajustarla a la realidad”.
Los cambios tendrían que ser en base a un diálogo y a las realidades demostrables. Puso el ejemplo de una cadena de supermercados en San Francisco, California, que no emplea a trabajadores, porque todo está robotizado.
Recordó que hace mucho tiempo se habló de la destrucción creativa, que implica cambios en la actividad económica y tecnológica que tendrá su influencia en el desarrollo de las relaciones laborales. “Si nosotros nos atrincheramos en normas que no están conectadas con el futuro, podemos cometer un gran error, que puede inclusive, afectar a los trabajadores”, precisó el abogado laborista.
“Cuando se da esa destrucción creativa -añadió- hay empleos que pierden vigencia. Hay estudios sobre las actividades económicas que van a afectar el empleo en determinadas áreas”.
“Cuando hablamos de eso, debemos revisar con mayor detenimiento las posibilidades que tenemos, para que los trabajadores se vayan insertando con el futuro, en esas nuevas modalidades que surgen como consecuencia de ese desarrollo tecnológico”, detalló Castillo.
Dijo que el Código de Trabajo de 1972 jamás imaginó que un trabajador podía ir a una máquina y sacar su salario a través de un sistema que, en esa época, no estaba definido, lo cual generó un cambio en la forma de pago del salario a los trabajadores.
“La empresa privada jamás ha planteado ni planteará que haya una precarización del empleo”, por lo que dijo que “en ocasiones, se demoniza a la empresa privada, pero habría que ver los ajustes ante la realidad que se está viviendo”.
Respecto a esta realidad, la dirigente de los trabajadores, indicó que la pandemia ha desnudado la realidad de los países, y que en eso, el proceso educativo es importante. Y que la pandemia obligó en todas partes del mundo, a entrar en ese proceso tecnológico, avances a los que la población debe ir ajustándose.
Dijo que en una sociedad civilizada “hay que ver lo que se plantea”, pero, a su vez, debe haber un compromiso del sector empresarial “porque los trabajadores tenemos derechos”.