El nacimiento de la salsa se ubica en El Barrio latino de Harlem, un enclave puertorriqueño en Manhattan, y “explotó” a El Bronx, donde había un gran número de clubes de bailes, con el crecimiento de la población hispana entre las décadas de 1950 y 1960.
La salsa, que nació entre músicos latinos en las calles de Nueva York, tendrá un museo para rendir tributo a sus exponentes, educar y preservar la rica historia cultural del género que puso al mundo a bailar. Sus promotores esperan que el recinto abra sus puertas en cinco años, a un coste de unos 14 millones de dólares.
Aunque no cuentan aún con el edificio que albergará el Museo Internacional de la Salsa, en lo que sí han estado de acuerdo es que su hogar no puede ser otro que El Bronx, el “condado de la salsa” en la ciudad de Nueva York, llamado así por la gran comunidad puertorriqueña radicada en esa distrito, cuyos músicos tuvieron un papel protagónico en el desarrollo del género.
El Bronx también albergará el museo de hip-hop, que está en desarrollo, ya que allí nació ese género.
El nacimiento de la salsa se ubica en El Barrio latino de Harlem, un enclave puertorriqueño en Manhattan, y “explotó” a El Bronx, donde había un gran número de clubes de bailes, con el crecimiento de la población hispana entre las décadas de 1950 y 1960.
El Bronx también ha sido hogar de importantes músicos como el trombonista Willie Colón, el timbalero Nicky Marrero y el cuatrista Yomo Toro, exintegrantes de las Estrellas de Fania, que llevaron la salsa alrededor del mundo, así como Johnny Pacheco, cofundador de ese grupo, y el también el timbalero Orlando Marín, entre otros.
El pianista de origen dominicano Willy Rodríguez, de 39 años, uno de los promotores del museo, no oculta la emoción cuando habla del proyecto y dijo a Efe que la idea nació en enero y desde entonces trabajan sin parar para hacerlo realidad.
Dijo ser consciente de que la meta de cinco años para que el museo comience a funcionar “es ambiciosa”, pero destacó que para el grupo que lo promueve “es urgente que lo abramos en 2025 o 2026” porque “se nos están muriendo las leyendas (de la salsa)” y muchos otros ya están mayores.
“Hemos avanzado mucho desde enero y logrado apoyos. Han pasado desde entonces tantas cosas buenas que sé que abrir en 2025 es ambicioso, pero se puede lograr si el público, la junta directiva y el mundo se unen para que esto se haga realidad”, argumentó.
“Nos estamos moviendo con urgencia, porque yo quiero que Rafael Ithier (fundador y director de El Gran Combo de Puerto Rico), que ya tiene 94 años, y que (los miembros de la orquesta), con todo lo que han hecho para la salsa, que vean el museo y se sientan contentos, orgullosos de que su música no va a morir”, afirmó.
Entre los lugares que evalúan como sede figura un espacio de la gigantesca antigua Armería de la Guardia Nacional que afronta una remodelación, donde hace varios años se aprobó la construcción de un centro de patinaje y utilizar el resto del espacio para otros fines.
La junta directiva busca obtener los 50.000 pies cuadrados (15.240 metros cuadrados), que necesitan para el museo dentro de la inmensa armería, aunque también consideran otros lugares en el condado cerca del río Bronx, donde opera un sistema de transporte marítimo hacia y desde Manhattan.
El proyecto cuenta con el apoyo de la familia del fenecido músico Tito Puente, “el Rey de los timbales” y Omer Pardillo, quien fue representante de la “Reina de la salsa” Celia Cruz, quienes donarían objetos que pertenecieron a estos iconos de la música latina para el museo, indicó además Willy Rodríguez.
También de Damaris Mercado, hija del fenecido Ralph Mercado, quien fue el más importante productor de conciertos de salsa en el Madion Square Garden y de las Estrellas de Fania, así como fundador de la discográfica RMM, con la que grabaron Celia Cruz, Tony Vega, José Alberto “El Canario” y Tito Nieves, entre otros del género.
De acuerdo con Rodríguez, más allá de exhibir objetos, la educación será una parte importante del proyecto, por lo que ofrecerán cursos sobre la historia de los pioneros, clases de salsa y cómo grabarla (para lo cual contará con un estudio), y cómo comenzar una discográfica.
También enseñarán a bailar este irresistible género y para ello cuentan con el legendario bailarín Eddie Torres, de 71 años, y su hijo, que son parte de la junta directiva.
“Si este museo no lo hace mi generación, será muy difícil que la próxima lo haga”, indicó Rodríguez.