Gracias al amplio apoyo de demócratas y republicanos, el plan de inversión en infraestructuras de 1,2 billones de dólares presentado como “histórico” por Joe Biden superó el sábado una etapa clave en el Senado estadounidense, donde su aprobación parece garantizada antes de ser enviada a la Cámara de Representantes.
Fruto de meses de negociaciones, este importante plan prevé 550.000 millones de dólares en nuevos gastos federales en carreteras, puentes y transportes, así como en internet de banda ancha y en la lucha contra el cambio climático.
En total son 1,2 billones de dólares -el equivalente al Producto Interno Bruto de España en 2020- si se incluye la reorientación de otros fondos gubernamentales existentes.
Con el acuerdo de 18 republicanos, incluido su poderoso líder Mitch McConnell, y 49 demócratas, el Senado decidió poner fin al debate sobre el proyecto de ley.
Se requerían 60 votos para este procedimiento. Se trata de un paso decisivo, ya que subraya las grandes posibilidades que tiene el texto de ser aprobado después, por mayoría simple (51 votos), en el Senado.
Pero el borrador aún se enfrenta a una fase de procedimiento y podría haber más votaciones sobre las enmiendas.
Por tanto, la votación final podría tener lugar a principios de semana o incluso ocurrir este fin de semana, ya que las flexibles normas del Senado permiten acelerar los procedimientos –siempre que haya unanimidad.
Los senadores estuvieron negociando duramente el sábado en la cámara sobre estos próximos pasos y había cierto pesimismo en cuanto a la rapidez con que tendría lugar la votación.
– Harris en el Congreso –
El acuerdo “representa una inversión histórica”, tuiteó Joe Biden el sábado. “No podemos permitirnos no aplicarlo”.
Si el Senado aprueba el plan, el texto deberá ser sometido a votación en la Cámara de Representantes. Todavía no se ha fijado una fecha y su aprobación no está garantizada.
Los demócratas controlan la mayoría, pero por un margen muy estrecho, y existen tensiones entre los de centro y los que están más a la izquierda.
La aprobación del proyecto de ley sería una victoria rotunda para el presidente demócrata, quien apuesta a la recuperación económica y la lucha contra los estragos de la pandemia del covid-19 para presentar un buen balance al pueblo estadounidense.
Senador durante 36 años, Joe Biden está bien versado en las negociaciones maratonianas del Congreso y no debería dudar en tomar el teléfono este fin de semana para influir en las discusiones, según la Casa Blanca.
Su vicepresidenta, Kamala Harris, también exsenadora, incluso acudió en persona al Capitolio el sábado para hablar con los senadores y ejercer más presión.
El expresidente republicano Donald Trump calificó el sábado el acuerdo como “una vergüenza”.
“Me resultará muy difícil apoyar a alguien que sea tan estúpido como para votar a favor de este acuerdo”, amenazó en un comunicado.
Trump sigue siendo muy popular entre los votantes republicanos y se acercan las elecciones de medio mandato en 2022.
Pero los republicanos que apoyan el proyecto también saben que estas inversiones son muy populares entre los votantes y el influyente Mitch McConnell defendió el sábado un texto imperfecto pero fruto de un “compromiso”.