La intensa ola de calor que afecta a la península ibérica dejó el jueves los primeros incendios forestales en España, después de que las autoridades españolas y portuguesas elevaran al máximo el riesgo de estos siniestros en gran parte de la península ibérica.
El ministerio español de Transición Ecológica anunció el jueves por la tarde que había despachado “seis medios aéreos de lucha contra el fuego” a tres incendios en las regiones de Aragón, La Rioja y Cataluña, todas en el noreste, para reforzar los medios de que disponen las autoridades locales.
El incendio más importante afectaba a 41 hectáreas de una zona forestal protegida de la costa de la provincia de Tarragona, informó el servicio de agentes rurales de Cataluña.
Las autoridades regionales catalanas habían prohibido las acampadas en el bosque y las actividades deportivas en el medio rural entre el viernes y el martes, así como algunos trabajos agrícolas mecánicos a ciertas horas.
La inquietud es alta tras los devastadores incendios que sacuden desde hace semanas a otros países mediterráneos como Grecia, Turquía y Argelia.
“Afrontamos un desafío permanente que es el resultado de los cambios climáticos”, advirtió el primer ministro portugués Antonio Costa, en una visita a la sede de Protección civil.
En España, el riesgo se considera “extremo”, indicó la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), mientras que en Portugal la alerta por incendios es “máxima” en varias regiones, indicó su instituto meteorológico.
Las alertas se han incrementado debido a la ola de calor que debe elevar las temperaturas alrededor de los 40 grados en gran parte de la península hasta el lunes, con picos incluso superiores en varias zonas como el valle del Guadalquivir, en el sur de España, donde los termómetros podrían llegar hasta los 45ºC.
Por primera vez desde 1920, el famoso parque del Retiro de Madrid -donde acuden muchos vecinos buscando el alivio de sus sombras en verano- debe sobrepasar los 40 grados durante tres días consecutivos, de viernes a domingo, señaló el portavoz de AEMET, Rubén del Campo, en Twitter.
Estas temperaturas, muy por encima de las normales en este periodo, están causadas por la irrupción de una masa de aire muy caliente procedente del norte de África.
Los científicos consideran que esta reiteración de canículas es efecto inequívoco del calentamiento del planeta y estiman que este tipo de olas de calor se multiplicarán e intensificarán en el futuro.