La BBC denunció este viernes que la decisión de las autoridades rusas de expulsar a una de sus corresponsales en Rusia es un “atentado contra la libertad de prensa”, y pidió a Moscú que revoque su decisión.
Sin identificar ninguna fuente, la cadena Rosiya 24 explicó el jueves por la noche que el visado de la periodista británica expiraba el 31 de agosto y que no sería renovado por decisión de las autoridades, una medida que el presentador juzgó “simétrica” con las supuestas presiones del Reino Unido contra los medios rusos que operan en territorio británico.
“Es una expulsión que hará historia”, comentó el periodista de la cadena de información.
Las autoridades rusas han criticado reiteradas veces los contenidos de los medios occidentales sobre Rusia, denunciando artículos y reportajes considerados anti-Rusia. Pero las expulsiones de periodistas son muy inusuales.
“La expulsión de Sarah Rainsford constituye un atentado directo a la libertad de prensa que condenamos sin reservas”, declaró en un comunicado la BBC, el grupo audiovisual público británico.
“Instamos a las autoridades rusas a dar marcha atrás en su decisión. Mientras, continuaremos informando de los acontecimientos de la región de manera independiente e imparcial”, agregó el grupo británico, hablando de Sarah Rainsford como de una “periodista excepcional e intrépida”.
Por su parte, la portavoz de la diplomacia rusa, Maria Zajárova, confirmó la información, a medias, en un mensaje teñido de sarcasmo publicado en Telegram.
“No sean tímidos”, escribió. “Representantes de la BBC han visitado recientemente el Ministerio de Relaciones Exteriores, se lo explicamos todo, así que se lo pueden contar todo”.
Además, la portavoz subrayó que Rusia había denunciado, en vano, las “humillaciones con los visados infligidas por Londres a los corresponsales rusos en Gran Bretaña”.
El 9 de agosto, el Ministerio ruso de Relaciones Exteriores declaró persona non grata a ciudadanos británicos no identificados “implicados en actividades antirrusas”.
La medida fue presentada como una respuesta a la medida tomada por el Reino Unido de vetar la entrada a su territorio de varios ciudadanos rusos en el marco de unas sanciones británicas adoptadas en 2020 y 2021.
Asimismo, las autoridades rusas también han abierto múltiples procedimientos judiciales contra medios, oenegés y organizaciones políticas rusas juzgados hostiles al poder y acusados de estar financiados por Occidente o de servir a sus intereses.