Ante la crisis sanitaria, los Gobiernos de la región implementaron diferentes acciones para garantizar la alimentación, especialmente en las poblaciones más vulnerables de cada país.
La Cooperación sur-sur y triangular es una herramienta fundamental para impulsar la seguridad alimentaria en Latinoamérica y el Caribe, especialmente en un contexto tan complejo como el de la pandemia de la covid-19.
Así lo expresaron en un informe conjunto el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), en el que desde un abordaje técnico analizan los desafíos, estrategias y acciones que ha tomado la región en materia agrícola en medio de la pandemia.
El documento titulado “La Cooperación Sur-Sur y Triangular en materia agrícola y de seguridad alimentaria ante la covid-19”, destaca que, a pesar de que el sector agrícola ha sido uno de los más resilientes y un contribuyente muy importante al Producto Interno Bruto (PIB), en América Latina y el Caribe la incidencia de la inseguridad alimentaria en el 2020 llegó a un 40,9 %, nueve puntos porcentuales por encima del cálculo del año anterior.
Ante la crisis sanitaria, los Gobiernos de la región implementaron diferentes acciones para garantizar la alimentación, especialmente en las poblaciones más vulnerables de cada país. Favorecer la producción, mantener la comercialización y la distribución y fortalecer la seguridad alimentaria, fueron el foco principal de las medidas, agrega el informe.
“Es una visualización de cuál ha sido el impacto de la crisis de covid-19 sobre el sector agrícola de la región, pero muy especialmente en la seguridad alimentaria, y permite entender cuál ha sido la respuesta que los países de las Américas han dado a esta situación. La pandemia nos ha puesto ante el espejo una triple crisis mundial: social, económica y climática”, expresó en un comunicado la secretaria general Iberoamerciana, Rebeca Grynspan.
Por su parte, el director general del IICA, Manuel Otero, manifestó que “la cooperación es fundamental en esta crisis inédita” y resaltó que “los países ya están más maduros y quieren más cooperación horizontal, no quieren más asistencialismo, sino ser protagonistas de estos nuevos tiempos”.
“Por eso es que en nuestra oferta de cooperación técnica los temas de cooperación horizontal son cada vez más importantes”, dijo Otero.
El informe del IICA y la SEGIB también destaca que entre el 2010 y el 2019 se ejecutaron 1.019 proyectos de cooperación Sur-Sur en materia agrícola y de seguridad alimentaria en Iberoamérica, sobre todo enfocados en producción y transformación, y consumo y seguridad alimentaria.
La distribución y el comercio estuvieron en un tercer lugar, siendo esta una oportunidad para nuevos proyectos conjuntos entre los países de la región.
Entre algunos de las iniciativas de cooperación se destacan el Programa Centroamericano de Gestión Integral de la Roya del Café (PROCAGICA), el de Manejo Integrado de la mosca del Mediterráneo mediante el Programa MOSCAMED, ProHuerta en Haití y el Programa Comercio justo y sostenible de cacao.