La ABP envió una nota a la Asamblea Nacional, en la cual manifestó su oposición al Proyecto de Ley No. 420, que fija un marco regulatorio de control a las tasas de intereses.
La Asociación Bancaria de Panamá (ABP), a través de una nota con fecha 13 de agosto, dirigida a la Asamblea Nacional, manifestó su oposición a la aprobación del Proyecto de Ley No. 420, “Que modifica el Código Penal y establece un marco regulatorio de control a las tasas de intereses fijadas a todas las modalidades de préstamos y créditos otorgados por bancos, empresas financieras y tarjetas de créditos”.
El presidente ejecutivo de la ABP, Carlos Alfredo Berguido, en la correspondencia dirigida al diputado Raúl Pineda, presidente de la Comisión de Comercio y Asuntos Económicos, señaló que: “Sería causante directa de empobrecimiento general, afectando de modo nefasto la ansiada reactivación económica, condenando por ley a los panameños a prolongar la agonía causada por la peor crisis de que se tenga memoria”.
Al respecto, detalló las consecuencias desfavorables del mismo, por lo que, la Asociación solicita que no se convierta en ley, pues, “atenta contra la capacidad del Centro Bancario Internacional (CBI), para seguir generando progreso, bienestar y riqueza, y atenta contra su propia viabilidad”. Además, “impedirá el acceso al crédito formal de grandes segmentos de la población”.
Berguido explicó lo que se resume a continuación:
- “La brecha entre ricos y pobres se hace más grande cuando la gente menos favorecida pierde acceso al crédito formal.
- Los panameños más vulnerables y necesitados serán condenados a buscar los créditos en los prestamistas que operan en la sombra sin regulación.
- Si los bancos y financieras reducen su oferta de crédito a los más pobres, su necesidad de obtener créditos no desaparece, pero estos se verán condenados por ley de la república a pedir prestado a agiotistas y bandas criminales y a pagar las exorbitantes tasas de usura, que rondan el 10% semanal, y hasta diario.
- Perjudica a los más pobres, jóvenes y ancianos, a las pequeñas empresas, microempresarios y emprendedores, porque son los que más dificultad o imposibilidad tendrán para educar a sus hijos, adquirir su vivienda, auto, recursos para sus negocio, profesión o emprendimiento”.
El presidente ejecutivo de la ABP agradeció la invitación a participar en la reunión de la subcomisión de la Comisión de Comercio y Asuntos Económicos para analizar el texto.