“Varios” militares estadounidenses murieron o resultaron heridos en el doble atentado que golpeó el jueves el aeropuerto de Kabul, donde se aceleraba la gigantesca operación de evacuación de afganos y extranjeros tras la toma de poder de los talibanes a mediados de agosto.
“Podemos confirmar que varios militares estadounidenses murieron en el complejo ataque de hoy contra el aeropuerto de Kabul” y que “varios otros están siendo tratados por heridas”, dijo el portavoz del Pentágono, John Kirby, en un comunicado.
“También sabemos que varios afganos fueron víctimas de este ataque atroz”, agregó.
Según el diario The Wall Street Journal y la cadena Fox, que citan a funcionarios estadounidenses no identificados, cuatro infantes de Marina murieron.
Son los primeros militares estadounidenses abatidos en Afganistán desde que Washington firmó en febrero de 2020 un acuerdo con los talibanes para retirarse del país.
A cambio del compromiso de salida, los talibanes acordaron no llevar a cabo ataques contra las tropas estadounidenses o de la OTAN.
Dos explosiones golpearon la zona próxima al aeropuerto de Kabul, según el Pentágono. Una explosión se produjo cerca de Abbey Gate, una de las puertas de acceso al aeropuerto, la otra fue cerca del Hotel Baron, a 200 metros de distancia.
Antes del ataque, Estados Unidos y otros aliados de la coalición en Afganistán advirtieron que informes de inteligencia indicaban que el brazo afgano del grupo yihadista Estado Islámico, el Estado Islámico-Khorasan (IS-K), estaba planeando ataques suicidas con bombas en el aeropuerto.
El IS-K está en desacuerdo con los talibanes, según reportes.
Miles de afganos se han aglomerado en los últimos días en torno al aeropuerto de la capital afgana, controlado por Estados Unidos, buscando huir de los islamistas radicales.
Más de 5.000 soldados estadounidenses se encuentran allí para asegurar los vuelos de evacuación, que desde el 14 de agosto han sacado del país a cerca de 100.000 personas, entre afganos y extranjeros.
El presidente estadounidense, Joe Biden, citó a principios de esta semana la amenaza de seguridad para el Aeropuerto Internacional Hamid Karzai, particularmente del IS-K, como una razón para ceñirse a su fecha límite de retiro del 31 de agosto.
Miles de afganos y extranjeros esperan aún poder salir del país.
Antes de la explosión, Kirby negó trascendidos de que las evacuaciones de Afganistán podrían terminar antes de lo esperado debido a las amenazas.
“Continuaremos evacuando a la mayor cantidad posible de personas hasta el final de la misión”, tuiteó Kirby.