El sacerdote salvadoreño Rutilio Grande y el sacerdote italiano Cosme Spessotto, así como otros dos laicos asesinados en los albores de la guerra civil en El Salvador (1980-1992), serán beatificados en enero de 2022, informó este viernes la Iglesia católica.
“El papa Francisco ha concedido que la celebración de la beatificación de los venerables siervos de Dios: el padre Rutilio Grande García, sus dos compañeros de martirio, y el padre Cosme Spessotto, tenga lugar el sábado 22 de enero de 2022 en San Salvador”, indicó la Conferencia Episcopal en un comunicado.
Rutilio Grande, quien tenía 48 años, y los laicos Manuel Solórzano (72) y Nelson Rutilio Lemus (17) fueron asesinados por un escuadrón de la muerte que ametralló el vehículo en que viajaban el 12 de marzo de 1977, en las proximidades de El Paisnal, 38 km al norte de San Salvador.
El crimen, que conmocionó a la iglesia, nunca se investigó y se ha mantenido en la impunidad desde entonces.
Grande, sacerdote jesuita de la Compañía de Jesús, fue asesinado “por odio a la Fe”, según ha explicado la Iglesia salvadoreña. Nació el 5 de julio de 1928 en El Paisnal y fue ordenado como sacerdote de la Compañía de Jesús en 1959 en España.
Fue amigo cercano del primer santo salvadoreño, monseñor Óscar Arnulfo Romero, asesinado durante el conflicto en marzo de 1980, canonizado por el papa Francisco el 14 de octubre de 2018 y reconocido como un férreo defensor de los derechos humanos.
También será beatificado el italiano Cosme Spessotto, nacido el 28 de enero de 1923 en Mansué, Italia, y quien llegó a El Salvador en 1950.
Por su trabajo en favor de los pobres salvadoreños, el franciscano italiano enfrentó amenazas de muerte.
Sacerdote de la Orden de los Frailes Menores, fue “asesinado por odio a la fe” el 14 de junio de 1980, en pleno despegue de la guerra civil salvadoreña, en la iglesia del poblado de San Juan Nonualco, departamento de La Paz, 54 km al este de San Salvador.
Su asesinato se mantiene impune.
La guerra civil de doce años (1980-1992) concluyó el 16 de enero de 1992.
El cardenal salvadoreño Gregorio Rosa Chávez ha sido nombrado como “delegado especial” del papa Francisco para que “en su representación presida esa solemne celebración”, agregó la Conferencia Episcopal.