Se busca establecer herramientas concretas para la caracterización de la agricultura familiar, así como mecanismos que garanticen el diseño de políticas diferenciadas para el sector.
El Ministerio de Desarrollo Agropecuario, con el apoyo de la FAO, realizó el Lanzamiento de la Política de Agricultura Familiar de Panamá, como un instrumento que contribuye a la lucha contra el hambre y la transformación de los sistemas de alimentos en este país.
El ministro de Desarrollo Agropecuario, Augusto Valderrama, acompañado de otras autoridades, representantes del Comité Nacional de Diálogo de Agricultura Familiar (CONADAF) y del Coordinador Subregional de la FAO para Mesoamérica, realizó el acto de lanzamiento de la Política Nacional de Agricultura Familiar, luego de haberse establecido un reglamento que impulsa la agricultura familiar sostenible en el país, en el Decreto Ejecutivo No.112 del 9 de julio de 2021.
Estos marcos normativos que se están desarrollando en materia de agricultura familiar en Panamá buscan contribuir en el proceso de recuperación económica post-COVID, al establecer herramientas concretas para la caracterización de la agricultura familiar, así como mecanismos que garanticen el diseño de políticas diferenciadas para el sector.
Sobre estos avances, el ministro Valderrama destacó que esta es una iniciativa que impulsa el presidente Laurentino Cortizo en la lucha contra la Sexta Frontera, del hambre, la desnutrición, la falta de salud y oportunidades de los sectores más pobres de la sociedad panameña.
“Junto a otros ministerios, mediante el Plan Colmena, se trabaja con varios programas para alinear fuerzas con esa tarea que se ha propuesto el Gobierno Nacional en disminuir las desigualdades y fortalecer los sectores que han sido golpeados en esta pandemia, como la agricultura familiar y las poblaciones indígenas”, agregó el ministro.
Por su parte, el director de Desarrollo Rural del MIDA, José Bernardo González, explicó que este paquete de políticas comprende varias leyes, decretos y programas que incorporan a los agricultores familiares en la estrategia de desarrollo del país. “Con estos marcos normativos estamos reforzando el reconocimiento de la agricultura familiar como un medio de vida y la visibilización de las personas que viven de esta actividad, a través de la creación de un sistema de registro que nos va a permitir la focalización adecuada de las políticas públicas, como investigación, asistencia técnica, financiamiento, seguros, inversión productiva, así como la vinculación a mercados que son fundamentales para salir de la pobreza, incluyendo los mercados de compras públicas como el programa Estudia Sin Hambre”, indicó el funcionario.
El representante de la FAO, Adoniram Sanches Peraci, indicó que la agricultura familiar en Panamá representa cerca de 80% de los productores agropecuario y se constituye en un sector clave para la seguridad alimentaria y la nutrición del país, al producir la mayor parte de los alimentos que se consumen diariamente. Sin embargo, es también uno de los sectores que más sufre con los impactos de las desigualdades que enfrentan las zonas rurales, lo que afecta especialmente a las comunidades indígenas, jóvenes y mujeres.
Adicionalmente, el funcionario destacó que, gracias a las iniciativas del Gobierno Nacional, como los programas de protección social de Panamá Solidario, Estudiar sin Hambre, el Plan Colmena y los marcos normativos de agricultura familiar, Panamá presentó un importante logro en el más reciente informe del Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo 2021, de las Naciones Unidas, en donde, al contrario del resto de los países de la región que aumentaron sus niveles de hambre a consecuencia del COVID-19, Panamá logró contener este crecimiento, habiéndose mantenido en 300 mil personas, es decir 7,5% de la población en condición de hambre, conservando una tendencia a la disminución desde 1990, cuando el hambre afectaba a más del 20% de la población panameña.
Finalmente, recordó que también se debe continuar la lucha contra otros tipos de malnutrición, como la obesidad, que sigue ganando terreno en todos los grupos de edades. El 71% de los adultos en Panamá presentan exceso de peso u obesidad. “Contar con programas sociales que incluyan la dimensión nutrición y la compra de la agricultura familiar es, sin duda alguna, una política de transformación de un sistema alimentario sostenible”, dijo.
Otras iniciativas que acercan a los agricultores familiares panameños a nuevos mercados
En el evento se recordó que, recientemente, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) dio a conocer la aprobación de un programa que mejorará la seguridad alimentaria y apoyará a los agricultores en Panamá, por un monto de $41 millones de balboas, que ayudará a los pequeños agricultores a aumentar la rentabilidad de sus fincas y a garantizar que sean más sostenibles y más resilientes ante los impactos climáticos, las plagas, las enfermedades y las fluctuaciones del mercado.
Este programa, que busca fortalecer los sistemas de producción y los mecanismos de acceso a mercados, empresarialidad e innovación en la agricultura familiar panameña, contó con el apoyo de la FAO para el diseño de las acciones encaminadas al desarrollo y acceso a mercados, como mecanismo que impulse los ejes de desarrollo contemplados en la Ley de Agricultura Familiar.
Este componente incluye la ampliación del registro de agricultores familiares y sus organizaciones, el fortalecimiento de capacidades de empresarialidad e innovaciones digitales que faciliten la vinculación a nuevos mercados privados, así como modelos de abastecimiento a compras públicas para fortalecer los programas de Gobierno como Estudiar sin Hambre y el Plan Colmena.