El opositor ruso encarcelado Alexéi Navalni se enfrenta a una nueva investigación penal por “extremismo”, un delito castigado con hasta 10 años de cárcel, en una nueva etapa de la represión de su movimiento tras el desmantelamiento de sus organizaciones.
Las investigaciones contra él y varios colaboradores cercanos se producen tras la victoria en las elecciones legislativas del partido de Vladimir Putin, después de una campaña para excluir de las urnas a casi todos los candidatos contrarios al Kremlin.
Los partidarios de Navalni no pudieron presentarse después de que sus organizaciones fueran prohibidas y clasificadas como “extremistas” en junio.
Desde principios de año, Navalni está encarcelado con una sentencia de dos años y medio por un caso de fraude que él considera político.
El opositor y sus aliados están ahora acusados de haber “creado y dirigido una organización extremista” a través de su Fondo Anticorrupción (FBK) y otras ocho organizaciones.
También se le acusa desde agosto de llamar a sus seguidores a cometer “actos ilícitos”, un delito castigado con tres años de prisión.
Según un comunicado del Comité de Investigación, encargado de las principales investigaciones en Rusia, Navalni y sus aliados fueron acusados de haber “creado y dirigido una organización extremista” que de 2014 a 2021 pedía “un cambio de poder por la vía violenta”.
Según los investigadores, las manifestaciones ilegales que organizaban el opositor y sus aliados conllevaban “llamamientos a acciones extremistas y terroristas”.
Los cargos, que conllevan una pena de 10 años de prisión, también apuntan a dos de sus colaboradores cercanos, Leonid Vólkov e Iván Jdanov.
Otros colaboradores, entre ellos la moscovita Liubov Sóbol, están acusados de “participación en una organización extremista”, castigada con seis años de cárcel, según la misma fuente.
La mayoría de los aliados de Navalni se encuentran en el extranjero, tras huir de la represión de los últimos meses en Rusia, en la que varios de ellos fueron detenidos o puestos en libertad vigilada.
– “Dar miedo” –
Según Iván Jdanov, estas nuevas acusaciones tienen como objetivo “prolongar la condena” que actualmente cumple Navalni, encarcelado desde enero, a su regreso a Rusia tras un envenenamiento del que acusa al Kremlin.
Según Jdanov, en declaraciones al canal de televisión online Dojd, las autoridades quieren “dar miedo” a los colaboradores y partidarios del principal crítico con el Kremlin.
“Todo el mundo se preguntaba si la represión disminuiría después de las elecciones. Pues esta es la respuesta”, comentó en Twitter la portavoz de Navalni, Kira Yarmych.
Pese a estar encarcelado, Navalni sigue expresándose periódicamente en las redes sociales, sobre todo la semana pasada pidiendo a sus partidarios que no se rindan a pesar del “robo” de los resultados de las elecciones legislativas del 19 de septiembre.
El activista anticorrupción de 45 años se dio a conocer por sus investigaciones sobre el estilo de vida y la malversación de fondos de la élite rusa.
Tras ser inhabilitado para participar en las elecciones, la estrategia electoral de sus partidarios en las legislativas consistió en convencer a los rusos de que “votaran de forma inteligente” eligiendo a los candidatos mejor situados para vencer a los del Kremlin, con frecuencia los comunistas.