El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunció este martes su compromiso de “alinear sus operaciones” para 2023 con los objetivos del Acuerdo de París de 2015, en un acto durante la cumbre del clima COP26 que se celebra hasta el 12 de noviembre en la ciudad escocesa de Glasgow.
Con esta iniciativa, la entidad refuerza su contribución a la meta de limitar a menos de 2ºC el calentamiento del planeta y mejorar “la resiliencia climática”, declaró el presidente del BID, Mauricio Claver-Carone.
Claver-Carone señaló que el acuerdo de 2015, que la COP26 pretende consolidar con estrategias más ambiciosas de reducción de emisiones, es “el puntal de la lucha global contra el cambio climático”.
Al ajustarse a los objetivos medioambientales, el BID, principal fuente de financiación multilateral para proyectos de desarrollo en América Latina y el Caribe, ayudará a los países miembros que reciben préstamos a “cumplir sus propios compromisos” de protección del medioambiente.
La entidad también reveló su aspiración de alcanzar gradualmente para 2025 “un 40 % de finanzas verdes y del clima”. Esto ahonda en su compromiso existente de un mínimo de un 30 % de finanzas para el clima entre 2020 y 2023, con el que ha aportado casi 5.000 millones de dólares de apoyo anual a la acción climática (unos 4.300 millones de euros al cambio actual).
La meta de financiación verde también va en la línea de los proyectos ya respaldados por el banco de “reforestación y conservación del capital natural, reducción de la contaminación, gestión de residuos y promoción de una economía circular”, entre otros.
El BID ha invertido en veintiocho proyectos con componentes de soluciones basadas en la naturaleza en los últimos cinco años, con una financiación total de 815.000 millones de dólares (más de 703.000 millones de euros).
Claver-Carone explicó que la entidad está mejorando su estructura interna para “dar prioridad a la acción climática.
“Nuestro papel, como el principal banco de desarrollo en la región, es ayudar a nuestros veintiséis países miembros prestatarios a mitigar y adaptarse a los riesgos del clima”, afirmó.
“Estamos listos para aprovechar esta oportunidad sin precedentes para alcanzar un futuro descarbonizado y resiliente al clima en la región”, añadió.
Para cumplir con los objetivos de París, el banco tendrá que mirar que sus operaciones no socaven la transición hacia la meta de cero emisiones netas para mediados de siglo y afinar la gestión de la exposición financiera relacionada con el clima.
El BID también tiene como misión ayudar a sus miembros prestatarios a integrar y financiar objetivos climáticos.
Para fin de 2021, al menos un 75 % habrá presentado una revisión de sus contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, en sus siglas en inglés, las estrategias nacionales para reducir emisiones).
El BID, establecido en 1959, también respaldó hoy, junto con otras entidades bancarias multilaterales, una Declaración conjunta sobre la Naturaleza, las Personas y el Planeta, que aboga por incluir la naturaleza en sus operaciones y estrategias y en su apoyo financiero y “acercar las agendas de la naturaleza y el clima”.
También en Glasgow, el BID presentó junto con el Gobierno de Alemania un fondo por 17,5 millones de euros (20 millones de dólares) para “reforzar las políticas fiscales en América Latina y el Caribe”, con el que se financiarán “proyectos de asistencia técnica” para ministerios de Finanzas en países específicos.