Hoy Nicaragua vota en unas elecciones vigiladas por al menos 30 mil soldados y militares fieles al presidente Daniel Ortega.
Con todos los precandidatos presidenciales de oposición presos y en medio de denuncias de líderes políticos de la región que han denominado al proceso electoral nicaragüense una “farsa electoral”, el actual presidente Daniel Ortega, tiene asegurada su reelección por cuarto periodo consecutivo, en las elecciones que se celebran este domingo 7 de noviembre.
Con esta supuesta victoria, Ortega, que culminaba su periodo en el 2022, logrará mantenerse en el poder por cinco años más, junto a su esposa Rosario Murillo, a quién él mismo proclamó como “copresidenta”, en unas elecciones que para algunos expertos es solo una fachada para la reelección.
El gobierno del presidente Ortega, a través de una campaña de miedo y represión logró mandar a la cárcel a sus principales rivales políticos: el politólogo y académico Félix Maradiaga, el economista Juan Sebastián Chamorro, el exembajador en Washington Arturo Cruz; los periodistas Cristiana Chamorro (hija de la expresidenta, Violeta Barrios) y Miguel Mora, así como el líder campesino Medardo Mairena; y el aspirante de derecha Noel Vidaurre.
Adicional a ello, para consolidar su victoria política, el régimen de Ortega también mantiene encarcelados a más de un centenar de opositores, mientras que otros miles de personas y dirigentes los ha sometidos al exilio.
Una encuesta publicada en octubre, por CID-Gallup mostró que un 65% de los nicaragüenses le daría su voto a cualquiera de los siete aspirantes opositores detenidos por el régimen de Ortega. De acuerdo con el sondeo, el mandatario sandinista solo lograría obtener en una elección un 19% de los votos.
Para el consultor político, Diego Duclías, en este proceso electoral nicaragüense, el fraude se materializó desde diciembre del 2020 con la aprobación de la llamada “Ley Soberanía”, que tenía como objetivo justificar la persecución y detención de los principales opositores al régimen. “Opositores denunciaron desde entonces y la comunidad internacional hizo caso omiso; es una farsa” puntualizó.
Según Duclías, esta iniciativa que buscaba según el régimen defender los derechos del pueblo a la independencia, la soberanía y la autodeterminación para la paz, “fue utilizada para perseguir, detener y violentar los derechos humanos de precandidatos, líderes políticos y de sociedad civil que hoy suman más de 159 presos políticos, sin contar los que se mantienen en el exilio”
En esta elección también se elegirán 90 diputados de la Asamblea Nacional y 20 diputados al Parlamento Centroamericano (Parlacen).
Por su parte, el politólogo, Harry Brown Araúz, señaló en su cuenta de red social twitter, que el régimen de Daniel Ortega es la gran vergüenza del istmo centroamericano. “Los demócratas de la región, principalmente nuestros gobernantes, no deberíamos dormir hasta resolver ese problema”, sentenció.