El Parlamento Centroamericano (Parlacen) exhortó a los países de la región y a la ONU apoyar a Haití ante la crisis política, humanitaria y migratoria, tras el asesinato del presidente Jovenal Möise en julio pasado.
El foro político regional, con sede en Guatemala, pidió a este país, que ostenta la presidencia pro témpore, que gestione ante los Estados del Sistema de Integración (Sica) “posiciones comunes encaminadas a concretar acciones regionales y hemisféricas que brinden ayuda humanitaria y alimentaria para socorrer a la población haitiana”.
Además, solicitó instar a la ONU y a los organismos internacionales y de integración de Latinoamérica a “analizar la crisis social, económica, política y de seguridad” que sufre Haití con el fin de concretar acciones coordinadas con las autoridades haitianas “orientadas a la reconstrucción nacional de ese país”, agregó el pronunciamiento.
El 7 de julio, Möise fue asesinado en circunstancias aún no aclaradas, agudizando “la violencia y profundizado la ingobernabilidad” y la “crisis humanitaria” en Haití, propiciando un “éxodo de habitantes”, en especial hacia Estados Unidos.
También piden recomendar a la Comisión de Autoridades Migratorias de los países miembros del Sica concertar medidas regionales para atender el fenómeno migratorio haitiano.
Miles de migrantes, principalmente haitianos, ingresan a Sudamérica para luego dirigirse al norte hacia Estados Unidos, en una peligrosa travesía que incluye la selva panameña de Daríen.
Por esa selva virgen, de 575.000 hectáreas, pasaron en 2021 más de 91.000 migrantes, según Migración de Panamá, una cifra equivalente al total de los cinco años anteriores.
El Parlacen, cuyas resoluciones no son vinculantes y funciona desde 1991, está integrado por diputados de El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana. Costa Rica es el único país de la región que no forma parte del foro.
Además, tiene como observadores a representantes de México, Marruecos, Puerto Rico, Taiwán y Venezuela.