Los partidos ya están inmersos en la búsqueda del sucesor de Sergio Mattarella, pues el consenso resulta fundamental: sin mayoría parlamentaria se disolverían las Cámaras y se convocarían elecciones, algo que beneficiaría a la extrema derecha.
La batalla por la jefatura del Estado italiano llegará al Parlamento el próximo 24 de enero, cuando comenzará una incierta carrera en la que suenan nombres como el del presidente del Gobierno, Mario Draghi, o el incombustible ex primer ministro Silvio Berlusconi, mientras aumentan las peticiones para que se vote a una mujer.
“He convocado el Parlamento a una sesión conjunta para la elección del presidente de la República el 24 de enero a las 15.00 horas (14.00 GMT)”, desveló Fico en Facebook tras enviar la convocatoria a los “grandes electores” para la jornada que marcará el pistoletazo de salida de la elección.
Los partidos ya están inmersos en la búsqueda del sucesor de Sergio Mattarella, pues el consenso resulta fundamental: sin mayoría parlamentaria se disolverían las Cámaras y se convocarían elecciones, algo que beneficiaría a la extrema derecha, según muestran los sondeos desde hace meses.
LAS VOTACIONES Y LA INCÓGNITA COVID
De momento han sido convocados 1.009 participantes en las votaciones en el Palacio de Montecitorio, la sede de la Cámara Baja, para elegir al sustituto de Mattarella, cuyo mandato expira dentro de un mes: 630 diputados, 321 senadores y 58 representantes regionales.
Para salir elegido, en las tres primeras votaciones se necesitan 673 votos, pero a partir de la cuarta vale con una mayoría simple de 505. Mattarella superó ampliamente esa cifra hace siete años, al obtener 665.
“Como es habitual, esta mañana he enviado la comunicación a los presidentes de los Consejos Regionales, que deberán elegir a sus delegados, y al presidente Mattarella”, indicó Fico, que destacó que durante las dos próximas semanas la actividad parlamentaria normal se complementará con la preparación de la votación.
Además, se sigue con atención la pandemias, ya que el elevado número de positivos en el país ha abierto una incógnita sobre cómo puede afectar el Covid a las sesiones: por el momento se ha establecido que cada día votará un máximo de 5 o 6 grupos de parlamentarios y no se descarta la convocatoria de sesiones nocturnas.
LUCHAS, PACTOS Y VETOS
A partir de hoy se incrementarán los contactos entre los partidos, que llevan meses trabajando en buscar el sustituto de Mattarella, a pesar de que algunos le siguen considerando candidato, como los senadores del anticasta Movimiento 5 Estrellas (M5S), en una petición que parece más una estrategia para ganar tiempo.
De eso mismo acusa el líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, al secretario general del Partido Demócrata (PD), Enrico Letta, empeñado en una compleja partida para colocar al actual primer ministro en el Quirinal, a pesar de que eso abriría una encrucijada sin precedentes.
Está claro que el candidato más solido es Draghi, el jefe de Gobierno con mayor consenso de los últimos años. Pero para reemplazarle, Letta, cuya estrategia no todos apoyan en su partido, necesitaría una figura con una amplísima mayoría que parece difícil de encontrar.
Otro nombre en liza es el de Berlusconi, apoyado por el centro derecha que forman su partido, Forza Italia, y los ultraderechistas Liga y Hermanos de Italia, aunque es muy improbable que logre los votos necesarios.
A pesar de que a Berlusconi le salen las cuentas, Salvini trabaja en una reunión de todos líderes políticos y consensuar “al menos un método”, pero Letta la ha vetado mientras siga en juego el nombre del líder conservador, contra cuya candidatura se ha convocado esta misma tarde una protesta en Roma.
UNA MUJER, UN AVANCE PARA EL FEMINISMO
Este domingo, intelectuales y artistas italianas, lideradas por la escritora Dacia Maraini, pidieron, en un llamamiento en los medios, que se elija a una mujer, una propuesta por la que ya se había inclinado el líder del M5S, el ex primer ministro Giuseppe Conte.
La elección de una italiana como presidenta sería “un gran acto de confianza y estima colectiva”, algo de lo que se ha privado históricamente a las mujeres y que impulsaría el feminismo en el país, explicó a Efe Maraini, una de las voces más concienciadas de la literatura europea y defensora de los derechos civiles.
Poeta, narradora y dramaturga, Maraini (Fiesole, 1936) no ha dudado en lanzarse a sus 85 años a la siempre compleja arena pública italiana para pedir que una mujer alcance la jefatura del Estado: “No tengo mucha confianza, pero espero que sí. Creo que sería un acto de justicia y libertad”.
El nombre de la actual ministra de Justicia, Marta Cartabia, es uno de los que ha sonado con más fuerza en los últimos días junto a los de los ex primeros ministros Romano Prodi y Giuliano Amato.