Los cuerpos de 18 migrantes guatemaltecos, entre ellos cinco menores, fallecidos en un accidente el pasado 9 de diciembre en el sur de México, fueron repatriados este jueves en un avión de la Fuerza Aérea Mexicana, informaron autoridades.
Un cuerpo más fue trasladado por vía terrestre hasta la cabecera departamental de Totonicapán, oeste de Guatemala, informó Marcela Díaz, delegada en el estado mexicano de Chiapas (sur) de la Asociación Nacional de Directores de Funerarias.
Los féretros salieron desde las 5h15 locales (11h15 GMT) en nueve vehículos tras ser embalsamados la víspera pues se encontraban en morgues de Tuxtla Gutiérrez, la capital de Chiapas, y en los municipios de Tonalá y Pijijiapan.
“El mayor problema ha sido el reconocimiento de las personas fallecidas porque las familias vienen de lejos, y probablemente tengan carencias económicas”, explicó Díaz.
El avión militar mexicano con los 18 ataúdes arribó más tarde a la base aérea del Ejército guatemalteco, en el sur de la capital, observó la AFP.
Trece de las víctimas fueron llevadas en microbuses a comunidades del departamento de Quiché y cuatro a Chimaltenango, ambos en el occidente indígena; la otra fue trasladada a Petén, una región selvática en el norte del país fronteriza con México.
En el grupo fueron repatriados cinco adolescentes fallecidos, entre ellos una menor de 16 años, según datos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala.
La tragedia del 9 de diciembre ocurrió luego que un tráiler que trasladaba clandestinamente a unos 160 migrantes irregulares, que buscaban desesperadamente llegar a Estados Unidos, chocó contra un puente peatonal en una carretera de Chiapas.
De los 56 fallecidos, 40 eran de Guatemala, 13 de República Dominicana, uno de El Salvador y otro de Ecuador. El cadáver restante aún no ha sido reconocido.
Hasta el momento, 51 cuerpos han sido repatriados, según la fiscalía estatal de Chiapas; 38 a Guatemala.
Además, unos 100 migrantes resultaron lesionados en el accidente, que se produjo poco después de que se reactivara un polémico programa de Estados Unidos que obliga a los migrantes a esperar en México la respuesta a sus solicitudes de asilo.
“Esta modalidad (de transportar migrantes es camiones) no es nueva (…), pero sí lo que buscamos acá es sensibilizar a las personas para que no caigan en las mafias del ‘coyotaje’ (tráfico de personas)”, declaró tras la repatriación el vicencanciller guatemalteco, Eduardo Hernández.