Decenas de miles de personas, cerca de 30.000 según la policía, se manifestaron este sábado en Viena en contra de la vacuna anti-covid obligatoria y en contra de la gestión de la pandemia por parte del gobierno conservador-ecologista.
Convocados por el opositor partido ultraderechista FPÖ y su controvertido líder, Herbert Kickl, los manifestantes se desplazaron por la céntrica avenida Ring, gritando lemas como “paz, libertad y soberanía”, mientras unos mil policías vigilaban.
La marcha por el centro de Viena, que se une a una larga lista de protestas organizadas en las últimas semanas, se celebró en un ambiente festivo, aunque la mayoría de los manifestantes no guardaban la distancia social ni llevaban la obligatoria mascarilla FFP2.
Además, en las redes sociales aparecieron fotos de una pancarta con una foto de Adolf Hitler y el mensaje “vacunar hace libre”, en clara alusión al lema “trabajar hace libre” que usaban los nazis en los campos de concentración.
A las manifestaciones anti-covid de Austria suelen acudir también conocidos y condenados extremistas de derechas y neonazis.
Kickl, quien no se distancia de esos círculos y quien llegó a comparar recientemente la discriminación de los judíos durante el nazismo con las medidas anti-covid, viene agitando desde hace meses el ambiente político en contra de la gestión de las pandemia y en particular en contra de la vacuna obligatoria.
La coalición de gobierno austríaca, apoyada por la oposición socialdemócrata y liberal, tiene previsto aprobar en los próximos días en el Parlamento la ley que regula la vacuna obligatoria contra el coronavirus, que entrará en vigor el 1 de febrero que viene.
Las personas que no se vacunen deberán pagar multas de hasta 3.600 euros por año.
El ejecutivo, liderado por el democristiano Karl Nehammer, asegura que se vio obligado a recurrir a esta medida extrema ante el bajo porcentaje de vacunación en Austria, donde sólo un 70 % de la población está vacunado con la pauta completa.
Ante la fuerte y rápida expansión de la nueva variante ómicron algunos políticos opositores socialdemócratas y liberales, pero también representantes del gobernante partido ecologista Los Verdes, han pedido aplazar unos meses la aplicación de la vacuna obligatoria.
La incidencia de contagios en siete días se encuentra en Austria en 1.135 casos por 100.000 habitantes, el doble que hace una semana, aunque la presión hospitalaria está a la baja.