Cuando ya el Tribunal Supremo de Elecciones ha contado el 87% de los votos, José María Figueres, de 67 años, (PLN), lidera el escrutinio, con 27%, y Rodrigo Chaves, de 60 años, del Progreso Social Democrático, le sigue con 16,7%.
Cuando ya el Tribunal Supremo de Elecciones ha contado el 87% de los votos, Figueres, de 67 años, del Partido Liberación Nacional (PLN), lidera el escrutinio, con 27%, pero no le fue suficiente para ganar en primera vuelta.
Por su parte, el economista de derecha Rodrigo Chaves, de 60 años, del Progreso Social Democrático, sorprendió tras haber estado atrás en las encuestas, y anotó un 16,7%. Fue ministro de Hacienda del gobierno saliente por medio año.
Quien venza, asumirá un país estable democráticamente, pero aquejado por una severa crisis financiera y social.
Líder en el ránking global de felicidad 2018-2020 en América Latina y en activismo ambiental, la pandemia aumentó el desempleo (14,4% en 2021), la pobreza (23% en 2021) y una deuda pública equivalente al 70% del PIB, situación que encendió alarmas de organismos multilaterales.
También afectó duramente al turismo, uno de sus principales motores económicos.
“Tengo la convicción de que nos vamos a levantar de esta crisis y marcharemos juntos hacia nuestro futuro”, dijo Figueres, tras conocer los resultados, en la celebración con sus simpatizantes.
Figueres, gobernó entre 1994-1998 y es hijo del emblemático exmandatario José Figueres Ferrer, quien abolió el Ejército en 1948.
“Vamos a una segunda ronda y pido dejar atrás el conflicto y la confrontación estéril (…) Don José María [Figueres], le ruego una campaña de altura, propositiva y de ideas”, comentó Chaves por su parte, durante su propia celebración.
Ambas figuras se han mostrado abiertas a alianzas con los que perdieron.
En esta contienda también se eligieron los 57 diputados del Congreso. Los cálculos hacen prever un Parlamento altamente fragmentado.
“Quien asuma el gobierno va a tener conflictividad social, porque hay que emprender cambios que implican grandes negociaciones con la Asamblea Legislativa”, consideró la politóloga Gina Sibaja.
“Los temas macroeconómicos y de corrupción que Chaves posiciona en su discurso, van a ser de discusión con Figueres, que también ha hecho exposición de un plan presuntamente robusto por parte del Partido Liberación Nacional”, dijo Alejandro Molina, analista del Observatorio de Política Nacional, de la Universidad de Costa Rica (OPNA).
-Cuestionamientos-
Estas votaciones se caracterizaron por el desánimo de la población en medio de los problemas económicos que golpean al país y acusaciones de corrupción, lo que se tradujo en un abstencionismo de 40%, el más alto de la historia del país.
En los últimos 13 años, dos expresidentes enfrentaron juicios por corrupción (uno fue condenado) y en 2021 estallaron dos casos de irregularidades millonarias en obra pública, con ministros involucrados.
Tras un bipartidismo que se impuso durante el siglo XX, el joven Partido Acción Ciudadana (PAC) logró gobernar por ocho años. Pero no cubrió las expectativas y el presidente saliente, Carlos Alvarado, termina su gestión sin dejar capital político.
Su partido no logró escaños y el candidato del PAC solo consiguió el 0,66% de los votos.
En tanto, Figueres fue investigado por una asesoría de 900.000 dólares que realizó a la firma francesa Alcatel, empresa que admitió sobornar a funcionarios en Costa Rica para ganar una licitación.
El expresidente se encontraba fuera del país cuando saltó el escándalo y no volvió a enfrentar a la justicia en el 2004 cuando fue llamado. Volvió a Costa Rica en el 2011, cuando la causa prescribió.
Figueres ha admitido que fue un error no haber enfrentado a la justicia.
“Figueres tendrá que hacerle frente a los señalamientos que ha hecho Chaves a lo largo de esta primera ronda, relacionados a su primer gobierno del 94 al 98”, como el cierre de un banco estatal, consideró el analista Molina.
-“Un retroceso”-
La politóloga Sibaja cree que un triunfo de Chaves significaría un retroceso para el país.
El economista fue investigado por presunto acoso sexual acontecido entre 2008 y 2013, durante su larga trayectoria en el Banco Mundial.
Aunque la entidad reconoció que no lo sancionó adecuadamente, posteriormente un tribunal administrativo del BM halló que sus conductas calzan como acoso sexual y que el departamento de recursos humanos del banco falló con un mal pronunciamiento.
“Una presidencia de Chaves sería como bajar el piso que teníamos fragilizado, sobre todo en materia de igualdad de género y en reducción de desigualdades”, explicó Sibaja.
“Es una persona que no logra reconocer la importancia de este tipo de situaciones y la necesidad urgente que tenemos de cambiar esta cultura política”, sostuvo.