El papa Francisco lamentó el miércoles la situación “cada vez más preocupante” en Ucrania, que pone en riesgo “la paz de todos”, en un momento en que aumentan los miedos a una escalada militar por parte de Rusia.
“Pese a los esfuerzos diplomáticos de estas últimas semanas, tenemos ante nosotros una situación cada vez más preocupante”, dijo Francisco, tras su audiencia semanal.
“Pido a todas las partes implicadas que se abstengan de llevar a cabo acciones que puedan provocar aún más sufrimiento en los pueblos”, agregó.
El pontífice argentino lanzo un llamamiento “a todos los que tienen responsabilidades políticas para que hagan un serio examen de conciencia ante Dios, que es un Dios de paz y no de guerra” con el fin de que “seamos hermanos y no enemigos”, dijo.
“Tengo un gran dolor en mi corazón por la situación en Ucrania”, confesó el papa, dos días después del reconocimiento por parte de Rusia de la independencia de los territorios separatistas prorrusos de Ucrania, lo que hace temer una intervención militar.
Francisco declaró que el 2 de marzo, Miércoles de Ceniza, que marca el inicio de la Cuaresma para los católicos, será “un día de ayuno y oración por la paz” en Ucrania.
“Que la Reina de la Paz salve al mundo de la locura de la guerra”, pidió.